El Gobierno ruso aseguró hoy que Estados Unidos, Ucrania y Polonia están entre los interesados en el sabotaje de los gasoductos rusos Nord Stream en el mar Báltico, que sufrieron a final de septiembre hasta cuatro fugas.

"En primer lugar, debemos esclarecer quién lo hizo y estamos seguros de que estaban interesados ciertos países que expresaron anteriormente su postura", dijo Alexandr Novak, viceprimer ministro ruso, al canal Rossía-1.

Novak agregó: "EEUU, Ucrania y Polonia en su momento dijeron que 'esa infraestructura no funcionará y que harán todo lo posible para ello'. Por eso, por supuesto, esto hay que analizarlo con seriedad".

"Nunca había habido accidentes como este. Sin duda, existen posibilidades técnicas de reparar la infraestructura, pero esto requiere tiempo y los medios necesarios. Estoy seguro de que se encontrarán las opciones adecuadas", dijo.

Rastro occidental

En la misma línea, el jefe del Servicio de Espionaje Exterior (SVR) de Rusia, Serguéi Narishkin, denunció un "rastro occidental" tras las fugas en los gasoductos Nord Stream.

"Continuamos recabando datos. Por ahora son indirectos, pero los datos indirectos, aquellos que ya fueron presentados públicamente y los que aún no han sido publicados, por supuesto, apuntan a un rastro occidental", dijo Narishkin al canal Rossía-1.

Esta semana el presidente ruso, Vladímir Putin, calificó las fugas de "acto de terrorismo internacional" y acusó directamente a los países "anglosajones", sin precisar, de organizar "un sabotaje increíble".

"Prácticamente han comenzado a destruir la infraestructura energética europea común", señaló el mandatario el viernes durante la ceremonia de anexión de cuatro regiones ucranianas.

Para Putin es obvio quienes se benefician de la destrucción de los dos gasoductos.

Putin: "Lo hizo quien se beneficia"

"Lo hizo el que se beneficia, por supuesto", dijo en una referencia indirecta a EEUU, acusación que Washington negó "categóricamente" ese mismo día.

Las autoridades danesas dieron por terminadas el sábado las dos fugas detectadas en el Nord Stream 2, mientras aún no hay información sobre las dos localizadas en su hermano, el Nord Stream 1, situado en aguas suecas.

El primer Nord Stream, con una capacidad de bombeo de 55.000 millones de metros cúbicos de gas al año, está detenido tras alegar Rusia una fuga de aceite en la única estación compresora rusa que aún estaba en funcionamiento.

Y el Nord Stream 2 nunca llegó a operar debido al bloqueo por parte de Berlín de la infraestructura incluso antes del inicio en febrero de la campaña militar rusa en Ucrania.

No obstante, ambos gasoductos estaban llenos de gas y deben por tanto mantener una presión estable.