Desde su puesto al frente de la patronal de la distribución de automóviles, Marta Blázquez se distingue por su defensa a ultranza del papel decisivo del concesionario en la cadena de valor del sector del automóvil. 

El año pasado las matriculaciones de vehículos nuevos aumentaron ligeramente, bastante menos que los beneficios declarados por algunos fabricantes. No creció igualmente la rentabilidad de los concesionarios…

-La rentabilidad de los concesionarios ha caído el año pasado, del 2,2 por ciento sobre facturación de 2022 al 1,5 de 2023. El resultado de 2022 fue excepcional, por la falta de producto, por lo que 2023 hay que ponerlo en ese contexto. Lo perfecto sería que superar un 2 por ciento de rentabilidad no fuera algo excepcional, ya que es la clave para seguir creciendo y continuar creando actividad y empleo.

El año comienza de manera algo errática, con un pinchazo de ventas en marzo que pone en duda el objetivo de superar el millón de matriculaciones. ¿Lo teme así el ramo de la distribución?

-Vamos a superar el millón de unidades matriculadas, no hemos variado nuestra previsión, pero este dato no nos puede dejar satisfechos. Desde la pandemia hemos perdido 1,3 millones de matriculaciones, o sea, más de un año de ventas. Esto da muestra de lo lenta que está siendo esta transición. Respecto a sensaciones, este primer trimestre ha cortado un poco la buena tendencia del último trimestre de 2023 y hemos pasado a cierta atonía.

Muchos de los fabricantes asentados en el mercado temen el desembarco de las marcas chinas, que prometen tecnologías electrificadas a precios populares. Cabe pensar que para los concesionarios representan sobre todo nuevas oportunidades de negocio.

-Nuevas oportunidades para los concesionarios y nuevas oportunidades para los compradores. Estas marcas, en su mayoría, están eligiendo a los concesionarios para iniciar la distribución de sus modelos en nuestro país y eso es una buena noticia. Dicho esto, aún queda un largo recorrido para ver qué marcas se consolidan y comprobar la respuesta de unos compradores que, a priori, ven con menos recelos que hace años el producto llegado desde China. 

La llegada de estos nuevos automóviles orientales, presentados por marcas poco o nada conocidas por el gran público, agita el mercado. La clientela comienza a abandonar los recelos iniciales y a acercarse a productos que prometen diseño, tecnología y buen precio. ¿Está Europa en su derecho de aplicar aranceles especiales que contrarresten las subvenciones gubernamentales chinas en origen?

-La competencia siempre es buena. Sin entrar en las voces que llegan desde Europa hablando de aranceles a la importación de vehículos chinos, lo que sí tiene que hacer la Unión Europea es legislar a favor de su gran industria automovilística, de tal forma que sea completamente competitiva respecto a esa nueva competencia. En los últimos años no ha sido así y el resultado es una pérdida de competitividad. Una vez más, dame herramientas y no tantas normas.