El encuentro correspondiente a la séptima jornada del Grupo 1 de Primera Federación que alberga Lasesarre este viernes, a partir de las 21.15 horas, tiene un significado especial para Víctor San Bartolomé (Barakaldo, 26-X-1999), quien llegó a ejercer durante cuatro temporadas y media en el Bilbao Athletic (2018-22), rival al que se enfrenta esta noche vestido de gualdinegro. Con 10 años de edad, en categoría alevín, ingresó en Lezama para ir quemando etapas hasta alcanzar el filial rojiblanco el centrocampista barakaldarra, quien recaló en el Celta B en el verano de 2022 para fichar por el Real Unión en 2024 y volver a casa el pasado 7 de julio para reforzar al Barakaldo, donde busca una regularidad que le ha resultado esquiva por culpa de las lesiones.

Barakaldo-Bilbao Athletic. Un partido especial para usted.

Sí, sin duda. Después de tantos años en Lezama es un partido especial par mí. También es una cita importante para el Barakaldo, porque la afición lo vive mucho y sentirlo con nuestra gente es bonito.

¿Cómo están siendo sus primeros meses en Lasesarre?

Voy adaptándome. Nunca había jugado aquí cerca de casa y lo vivo con esa alegría de ver mucha gente conocida en las gradas. Estoy feliz de estar en casa.

¿Qué objetivo se marca esta temporada a título individual?

El año pasado fue importante para mí. Acumulé muchos minutos después de que siempre me haya costado tener una continuidad y ese es mi objetivo, tener esa continuidad y jugar los máximos minutos posibles para poder ayudar al equipo.

¿En el plano colectivo pueden soñar con el ‘play-off’ de ascenso?

Ya vemos la igualdad que hay en la categoría. Todos los equipos están ahí y más el Barakaldo. Competimos todos los partidos y quién sabe. Tenemos que vivir el día a día e ir partido a partido.

Su techo hasta la fecha está en Primera Federación, antigua Segunda B. ¿Qué balance hace de su carrera hasta el momento?

“Las lesiones me han lastrado mucho y ahora que me siento bien quiero dar el máximo para llegar lo más arriba posible”

Como decía antes, siempre me ha costado tener continuidad y trabajo para dar ese salto a Segunda División o subir un peldaño más. Intento dar lo mejor de mí para poder llegar ahí, porque las lesiones me han lastrado mucho y ahora que me siento bien quiero dar el máximo para llegar lo más arriba posible.

Su ciclo en Lezama finalizó en 2022 después de entrar en el Athletic con 10 años de edad en categoría alevín.

Sí, quemé todas las etapas allí, aprendí mucho y fue una experiencia muy enriquecedora.

¿Cómo se fraguó aquella salida?

Cuando llevas muchos años se te hace duro salir, porque tienes esa ilusión de llegar arriba, pero tampoco se acaba todo. Se abren nuevas oportunidades que en mi caso me han ayudado a crecer como jugador.

Cabe recordar que era una de las grandes esperanzas de Lezama en el centro del campo, pero dejó de contar para Patxi Salinas en la segunda parte del curso 2021-22.

Fue cuando perdí protagonismo. Pasaba los 23 años, venían chicos jóvenes y se entiende la metodología de esos filiales al buscar jugadores con proyección. Siempre quieres lo máximo, pero lo cierto es que recuerdo toda mi etapa en Lezama como una gran experiencia.

¿Sintió que estaba preparado para promocionar al primer equipo?

Siempre trataba de dar el máximo y estar ahí, pero no se dieron las circunstancias. La falta de continuidad quizás impidió que llegara a mi máximo, pero trabajé a diario para llegar.

Fichó por el Celta B en el verano de 2022 y se convirtió en segundo capitán del equipo, pero una fractura de tibia en el verano de 2023 le hizo perderse nueve meses de competición. Otra vez frenado por una lesión.

Después de estar trece años en Lezama sentí que caía de pie en Vigo. Era importante en el vestuario al ser un poco más veterano y se me dio importancia, por lo que me sentí muy a gusto allí, pero después de un primer año con minutos llegó aquella lesión en un segundo año en el que me costó. Muy contento aun así por vivir también aquella etapa en Vigo.

¿Llegó a perder la confianza en sí mismo en algún momento?

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“Ningún jugador de aquí puede descartar llegar al Athletic; si se diese esa oportunidad, no la desaprovecharía”

Durante toda mi carrera he tenido muchas piedras en el camino por las lesiones, pero nunca he dejado de creer en mí, ni de confiar en el trabajo que hago en el día a día. Ese trabajo y esa disciplina me hacen seguir con la ilusión de aprender, jugar y disfrutar del fútbol.

La pasada temporada lo consiguió a título individual en el Real Unión con 6 goles y 1 asistencia en 29 partidos.

Sí, disfruté de bastantes minutos y la lástima fue que el año no fuera el esperado en el plano colectivo, pero a nivel individual tuve buenas sensaciones. Me encontré con situaciones de gol y por esa parte lo disfruté.

¿Hasta dónde cree que puede llegar si le respetan las lesiones?

A pesar de no ser ya un chaval, no me pongo ningún tope. Sigo teniendo proyección y puedo dar un paso adelante para mirar hacia arriba.

¿Sueña con regresar al Athletic?

Creo que es algo que ningún jugador de aquí puede descartar. El Athletic es el club en el que me he criado y con el que disfrutamos en el día a día y si se diese esa oportunidad, no la desaprovecharía.

En Lasesarre tendrá enfrente a una nueva hornada de cachorros. ¿Qué partido espera?

Jugar en casa va a hacer que la afición se vuelque mucho con nosotros y vamos a estar muy metidos en el partido. Por el tipo de juego que hace el Bilbao Athletic, que cuenta con jugadores verticales y muy desequilibrantes arriba, sabemos que nos lo van a poner difícil, pero nosotros también tenemos nuestras armas y sin duda el apoyo de la afición va a ser un factor muy importante.

Esta vez no tendrá el ambiente de Lasesarre en contra como le ocurría como jugador del Bilbao Athletic.

Eso es. Lo he vivido en contra y se hace complicado. Vamos a hacer que la afición se enganche para que vayamos todos a una.

¿Se atreve con un pronóstico?

No sé el resultado, pero creo que vamos a ganar.