Toda la familia del Dinamo San Juan ha brindado este sábado un emotivo homenaje póstumo a Carlos Alba, leyenda de la entidad santurtziarra que falleció el pasado 25 de marzo a los 66 años de edad víctima de un cáncer que le habían detectado mes y medio atrás, noticia que conmocionó al propio entorno del modesto club y a todo el fútbol vizcaino.

El acto ha tenido lugar en los prolegómenos del encuentro que han disputado el Dinamo y el Gatika, correspondiente a la trigésima tercera jornada de la División de Honor vizcaina, y en el que Salo, su viuda, y Mikel, su hijo, han recogido un ramo de flores y un cuadro con la camiseta del Dinamo que lucía Carlos en los últimos tiempos con la firma de excompañeros, exjugadores y directivos. Además, los dos equipos, junto a miembros de la familia del Dinamo, han formado un pasillo de honor ante los aplausos del numeroso público presente en el campo, un partido que se ha saldado con la victoria santurtziarra por 3-1.

Alba, conocido también como el apodo Biri Biri, se había convertido en una leyenda del Dinamo, del que formó parte poco después de su creación en 1973, entonces en categoría juvenil, para en un plazo corto integrarse a su plantilla senior y en la que la dejó una imborrable huella en sus campañas en el primer equipo, con el que consiguió el primer ascenso en la historia del Dinamo a Primera Regional. 

Tras colgar las botas, Carlos Alba, una persona muy querida por su cercanía y entrega, inició su periplo como entrenador del Dinamo, cargo en el que empezó a escribir páginas inolvidables con un nuevo ascenso a Primera Regional en la temporada 1988-89, para ya en una segunda etapa en el mismo banquillo hacer más historia con el primer ascenso de la entidad de San Juan a la antigua Preferente, la actual División de Honor, en el ejercicio 1998-99, hito por el que el club le brindó el año pasado un emotivo homenaje al cumplirse el vigésimo quinto aniversario de aquella gesta.