Dani Selma (I’Eliana, 1 de marzo de 2001) fue uno de los grandes protagonistas de la victoria del pasado domingo del Amorebieta sobre el Arenteiro con su doblete, lo que le convierte en el máximo geleador de los azules, con cinco dianas, cifra que espera doblar. El valenciano –formado en el Acero, para jugar después en el Tenerife, San Fernando y Alcoyano– reconoce que recaló en Urritxe convencido de que venía a luchar por el ascenso, pero la realidad es la opuesta, tiene que pelear por evitar el descenso a Segunda RFEF: “Es la primera vez que soy colista en un equipo, pero siempre hay una primera vez y vamos a luchar con todo para sacar este objetivo adelante”.

¿Se han liberado con esta victoria sobre el Arenteiro después de enlazar seis jornadas sin ganar?

—Sí, necesitábamos los puntos como el comer y siempre la mejor medicina es ganar; y no hay nada mejor que hacerlo con tres goles y con portería cero, sin encajar.

Fue protagonista en esta victoria con el doblete, el primero suyo en Primera RFEF

—Sí, es el primero y contento también por volver a marcar y que nos haya dado la victoria del equipo, que ya digo que era súper importante.

¿Qué le supone ver puerta a nivel personal cuando en el colectivo no lo están pasando nada bien?

—Es verdad que a nivel personal lo he pasado un poco mal porque veía que no llegaban los resultados. Sí estábamos haciendo un buen juego, pero los triunfos no llegaban, también encajábamos muy fácil y eso es muy difícil. Pero hemos vuelto al camino de no encajar y se ve la mejoría. Ya se vio la semana pasada ante el Nàstic, donde nos llevamos un buen punto en un campo muy difícil, y a ello se suma el triunfo en Urritxe contra un equipo que está haciendo las cosas muy bien, que está arriba.

¿Este doblete le puede marcar un antes y un después?

—Sigo partido a partido, a mí no me supone nada, la verdad. Los goles para un delantero sí supone una chute, pero yo quiero ganar, salir de donde estamos y conseguir nuevos objetivos con el equipo; y si puedo meter muchos más, pues mucho mejor.

¿Qué es el gol?

—¿Qué es? Es una sensación de alegría, sensación de satisfacción de que te has quitado un peso, más siendo delantero, y sensación de mucha euforia.

Véndase como delantero.

—Creo que soy un delantero muy sacrificado en el trabajo, me gusta correr espacio, soy un chico rápido, que va bien por arriba y que va bien de cabeza. Además, tengo un buen golpeo con la izquierda y me manejo bien en el área.

En 21 encuentros oficiales como azul sumas 5 goles. ¿Le deja satisfecho esta cifra?

—Yo sí que he hablado con mi padre de una cifra de goles, pero hasta que no lo consiga no quiero parar, quiero meter los máximos posibles.

¿Cuántos son?

—Es bueno marcarse un reto y en este caso me he marcado la cifra de más de diez goles. Quiero marcar más de diez, dobles dígitos, e intentarlo partido a partido, y si sirven para ganar, pues muchísimo mejor.

¿Se ha cruzado alguna apuesta con su padre?

—No, no he apostado nada, si no que es un logro personal que quiero hacer, quiero marcar muchos goles en este equipo que me está dando la oportunidad de jugar; el míster me está dando mucha confianza y seguramente pueda conseguirlo.

Como valenciano que es, ¿le afectó mucho la dana? Creo que incluso ayudó en algunos trabajos de limpieza, ¿no?

—Sí, la verdad es que fue un golpe muy duro porque mi padre tiene una iglesia y claro, la gente a la que le afectó, pues…

¿En qué pueblo?

—En Alboraya, donde yo también jugué ahí de pequeño. Mi padre es pastor evangélico y la gente que iba allí lo pasó muy mal. Gracias a Dios a mí no me afectó, pero a gente cercana sí, lo perdió todo. Me afectó personalmente, verlos mal, a amigos y demás... Nos volcamos ayudando en lo que podíamos, comprando cosas de primera mano, comida...

La temporada pasada jugó en Primera RFEF también, primero en el San Fernando y después en el Alcoyano. ¿En qué se ha reinventado desde que recalara en Urritxe?

—Vine al Amorebieta porque quería otros objetivos, quería ir a Primera Federación y este era el mejor sitio, en un recién descendido de Segunda, que iba a luchar por otros objetivos. Ahora se han dado otros, pero vamos a luchar por ellos. Me quedaban tres años más de contrato con el Tenerife y decidí venirme libre y apostar por el Amorebieta, apostar también por mí y demostrar que puedo estar para más cosas.

Como dice, vino a un equipo que en principio iba a luchar por el ascenso, pero se ha visto que es lo contrario, que está abajo. ¿Llegó a decirse ‘tierra trágame’?

—A veces las cosas no salen como uno quiere, pero ahora que se ha dado esta ocasión de luchar por la permanencia, pues a luchar igualmente y a sacar lo mejor de cada uno para lograr este objetivo.

¿Cuesta cambiar de chip?

—Sí cuesta, porque vienes para un objetivo y luego sale otro. Personalmente a mí me ha afectado un poco. Es la primera vez que soy colista en un equipo, también soy joven y nunca me había pasado, pero nunca había estado en un puesto de descenso ni nada parecido. Pero siempre hay una primera vez y vamos a luchar con todo para sacar este objetivo adelante.

¿Cómo explica la situación de este Amorebieta?

—Si pierdes y encajas muchos goles, pues estás abajo. Pero poco a poco estamos dándole la vuelta a la tortilla y estamos encontrando el buen camino.

Con el triunfo ante el Arenteiro, la salvación se pone a cinco puntos. ¿Es creíble la permanencia?

—Sí, claro. Hasta que las matemáticas nos digan lo contrario, tenemos interiorizado luchar a tope para conseguir el objetivo. Con anterioridad estábamos a siete, ahora a cinco y si ganamos en León, igual estamos a menos puntos. Entonces, vamos a ir a por ello.

Para ello tendrán que hacer números de ‘play-off’, ¿no?

—Sí, está claro que hacer esos números, pero nos vamos a centrar primero en la Cultural Leonesa, ir allí, hacer un buen partido y sacar como mínimo un punto. Si se puede ganar, muchísimo mejor, pero la idea es llevarnos puntos de allí.

¿En qué se diferencian el Amorebieta de Julen Guerrero y el de Natxo González?

—Diría que nos hemos unido como equipo más desde la llegada de Natxo. Ha tenido más tacto con nosotros, con la plantilla y a la hora de trabajar en el día a día es muy bueno. Estamos muy contentos con él, con el trabajo que está haciendo día a día, se nota el esfuerzo que está haciendo y confiamos en él.