Alex Aizpuru, Kaxe (Azpeitia, 12 de enero de 1994) es prácticamente un tratamundos desde que saliera del Lagun Onak de su pueblo en 2016. Recaló entonces en el Vitoria, para después militar, cronológicamente, en el Beasain, Rápido Bouzas, East Riffa de Baréin, Ponferradina, Sabadell, Atlético Baleares, Ibiza, Sestao River y actualmente en el Amorebieta. Kaxe, el apodo que ha asumido desde pequeño como una especie de herencia familiar, se reencuentra mañana en el derbi de Urritxe con el River en un choque que se jugará a cara de perro por lo mucho que hay en juego y “donde en el campo no habrá amigos”.

¿Qué recuerdo tiene de su media campaña en el Sestao?

—Fue una etapa feliz, porque venía de una lesión muy grave tras romperme el cruzado en el Ibiza. Me llamó el Sestao en el mercado de invierno y volvía a sentirme futbolista. Conseguimos salvarnos y acabamos bien.

Marcó tres goles. ¿Se quedó a gusto?

—Sí. Llevaba muchos meses inactivo, el Sestao me dio la oportunidad de volver a jugar y le estoy muy agradecido por ello.

¿Hubo alguna opción de renovar?.

—No. Me llamó el nuevo director deportivo (Matías Lizarazu) y me dijo que tenía pensado hacer una cambio casi completo de la plantilla y me dio la gracias por mi aportación.

Le surgió la oferta del Amorebieta, pero no ha tenido los minutos que esperaba.

—Empecé bastante bien, jugué el primer partido de inicio, pero en el siguiente entrenamiento tuve un edema óseo que se agravó un poco y me obligó a parar mes y medio. Volví pero sufrí una lesión en el aductor y me he perdido varios partidos, pero ya estoy al cien por cien.

Ha dado muchas vueltas, ha jugado en la Liga de Baréin... ¿En qué se ha reinventado?

—Personalmente le debo mucho al fútbol por esa parte. Cuando eres joven no piensas tanto en el césped, pero con la edad la colocación, el saber dónde tienes que estar en cada momento es un plus. No tienes el físico de 20 años, pero ser mejor tácticamente te da mucho.

¿Le obsesiona el gol?

—A todos los delanteros nos obsesiona. Tienes que hacer tu partido, pero la gente de fútbol valora ese trabajo que a veces no se ve, de presión, de bajar balones, de ser la referencia. El gol es la consecuencia de hacer el buen trabajo, no he tenido la fortuna de haber hecho gol, pero primero tengo que estar bien y estoy trabajando para ello.

¿Qué le está pasando a este Amorebieta?

—Empezamos bien y sinceramente no tuvimos suerte, hacíamos buen fútbol, pero los resultados no llegaron. Al ser un equipo nuevo, con mucha gente joven, creo que psicológicamente nos pesó bastante y poco a poco el equipo se fue cayendo porque veía que no llegaban los resultados. Aún así, tengo mucha confianza en que vamos a dar la vuelta a esto, porque calidad hay, jugadores hay y con el nuevo míster tácticamente estamos acertando muchas cosas. El único partido que hemos perdido desde su llegada fue el de la pasada jornada en Ponferrada, donde nos penalizó la segunda parte. Sin embargo, yo veo brotes verdes.

¿Qué derbi espera?

—Bastante duro, de mucho duelo físico, mucho juego directo y segundas jugadas… El que esté más espabilado en todos los detalles se lo llevará, además de que espero un derbi que sea bonito para ver y que la gente disfrute.