No son buenos momentos para el Gernika, que regresó el domingo de vacío de su visita al Tudelano (3-2) para encadenar su segunda derrota consecutiva, que no hace más que acentuar la mala inercia del conjunto foral, que se convierte en el nuevo colista del grupo II de Segunda RFEF después de que la Real Sociedad C abandonara la última plaza gracias a su victoria sobre el San Juan. Así las cosas, el colectivo de Aitor Larrazabal ocupa por primera vez el farolillo rojo cuando había caído ya en zona de descenso desde la cuarta jornada. Con todo, la Junta Directiva que preside Koldo Zabala no se ha planteado a día de hoy tomar ninguna medida drástica, como pudiera ser decantarse por un relevo en el banquillo, y mantiene su confianza en la figura de Larrazabal, tal como subraya el propio Zabala en conversación con DEIA, ya que, en su opinión, “no se puede caer en el alarmismo cuando solo van transcurridas siete jornadas”. “La liga no ha hecho más que empezar, todo está comprimido y aquí si encadenas dos buenos resultados, das un gran salto en la clasificación. No nos podemos volver locos”, reflexiona el mandatario del Gernika, que confía en que el próximo partido, frente al Izarra en Urbieta, marque un antes y un después.

El Arenas, por su parte, se liberó en tierras navarras para cerrar su racha de dos derrotas consecutivas al superar precisamente al Izarra, pese a que Javier Olaizola, técnico de los rojinegro, introdujera varias novedades en el once respecto al que compareciera en la jornada anterior frente al Tudelano en Gobela. El nombre propio del éxito del Arenas fue el de Unai García, ya que, con su doblete en Merkatondoa, iguala a Iñigo López con tres dianas como máximo goleador de su equipo.

El Sestao River, por último, cedió sus primeros puntos del curso y han tenido que pasar siete jornadas para que sucediera. Pese al empate firmado en Las Llanas ante el filial del Alavés, el conjunto verdinegro mantiene el liderato, con cuatro puntos por encima del Arenas, segundo.