bilbao - El fútbol, en su versión más pura e integradora, volverá a brillar con luz propia a partir del domingo en los campos de Sarriena, que albergarán la XVII edición del Mundialito de Leioa que organiza el ayuntamiento con la colaboración de la Sociedad Deportiva Leioa y que tiene en la figura de Lutxo Pizarro (Santiago, Chile, 1957) a su principal valedor. El exatleta y profesor de Educación Física chileno, uno de los fotógrafos de la entidad leioaztarra afincado en Bizkaia desde 1980 y que se considera mitad vasco, ha asistido con una mezcla de emoción y satisfacción desde 2002 al imparable desarrollo de un torneo que reúne a selecciones de Europa, África y América Latina bajo el activo deseo de propiciar un espacio de encuentro en favor de la integración. En el Mundialito diseñado este año se darán cita, además de Euskadi, quince combinados en categoría masculina -Brasil, Bolivia, Colombia, Paraguay, Honduras, Nicaragua, Ecuador, Rumanía, Atlantic Isles, Georgia, Guinea-Bissau, Guinea Ecuatorial, Crea-Chad, Senegal y Camerún- y siete selecciones femeninas, entre las que figurará también la tricolor, Paraguay, Unión Latina, Real Azubi, Nicaragua, Honduras y Santa Cruz. Todos y todas, sin excepción, formarán parte de un atractivo y humanitario campeonato en favor de la migración y la convivencia que vivirá el pistoletazo de salida en forma de inauguración a las 12.00 horas de este domingo. Los tres primeros partidos, simultáneos en el tiempo, se disputarán a partir de las 14.00 horas y el torneo tendrá continuidad durante los cinco siguientes sábados hasta alcanzar las finales en la modalidad masculina y femenina, en las cuales defienden trono Bolivia y Paraguay, respectivamente. La entrada será gratuita y Lutxo espera que la cita mundialista vuelva a ser todo un éxito.

Más de 500 jugadores “Como profesor con máster de migración puedo decir que mientras tenga vida seguiré luchando y apoyando causas que ayuden a convivir”, destaca a DEIA el impulsor chileno, quien detalla que un total de 550 jugadores formarán parte del campeonato y que en torno a 1.500 personas se juntarán en Sarriena cada fin de semana para presenciar un torneo que contará este año con una novedad, toda vez que “habrá una pancarta y unas láminas en relación al programa anti-rumores de Leioa, con el que llevamos ya unos meses y a través del cual la gente puede expresar todo lo que les parece injusto en relación a los rumores que muchas veces son erróneos con los inmigrantes”, según explica el propio Lutxo, que recuerda con orgullo que en el pasado “varias finales del Mundialito se jugaron en el antiguo San Mamés con alrededor de 18.000 aficionados en las gradas, lo cual es un caso único en el Estado español, porque hasta el momento ningún otro club profesional ha dejado a ninguna agrupación de inmigrantes un campo de esa talla mundial”.