bilbao - El Manchester United y el Manchester City disputan hoy en Old Trafford (13.30 horas) uno de los derbis más esperados de la Premier, que afronta su cuarta jornada. Sin embargo el ambiente futbolístico ha quedado desbordado por el morbo que exhala el reencuentro de dos antagonistas como el catalán Pep Guardiola y el portugués Jose Mourinho, respectivos entrenadores del City y del United, que reeditan así sus espectaculares duelos personales cuando dirigían al Barcelona y al Real Madrid.
En las apuestas sobre este partido, en la que Kun Agüero será baja por lesión en el City, existe la de apostar a que los técnicos no se dan la mano en los instantes previos al partido (se paga seis a uno).
Además del duelo personal, estos dos equipos del norte de Inglaterra lucharán por sumar los tres puntos para mantener inmaculado el inicio de la temporada, ya que junto con el Chelsea de Conte, son los únicos clubes con pleno de victorias en lo que va de Premier.
El último choque Mourinho-Guardiola sobre un campo de fútbol fue en 2013, en la Supercopa de Europa, cuando el portugués arrancaba su segundo periplo en los Blues y el catalán iniciaba su andadura al frente del Bayern Múnich. El equipo alemán se llevó el duelo en la tanda de penaltis (2-2 en el tiempo reglamentario).
Esta rivalidad rozó el delirio en el año 2011, con la disputa de cuatro clásicos entre Real Madrid y Barcelona en sólo 18 días. Ahora, tres años más tarde de su último enfrentamiento, no sólo coinciden en la misma competición, sino que comparten ciudad: Mourinho en la parte roja de Manchester y Guardiola en la azul.
Ambos hablaron ayer sobre este esperado reencuentro y trataron de quitarle hierro al asunto.
diplomacia Mourinho dijo de su rival, sin nombrar, eso sí, a Guardiola: “el Manchester City es muy buen equipo. Desde que llegaron sus nuevos dueños han tenido grandes entrenadores y excelentes jugadores. Ahora tiene un gran entrenador. Es un claro aspirante al título y hay que tener máximo respeto”, dijo el técnico luso.
Guardiola, por su parte, estuvo exquisito: “La última temporada, cuando él estaba en Madrid y yo en Barcelona, no fue fácil. Pero nos encontramos hace unas semanas en un acto de la Premier y hablamos bastante. Todo fue correcto y tengo mucho respeto por él, como con el resto de entrenadores, e intento aprender. Si me invita a tomar una copa de vino después del partido, aceptaré”, aseguró en rueda de prensa. Guardiola, además, defendió que “la rivalidad es una cuestión más de la prensa” que fomentada por él y Mourinho y admitió que no pueden “controlarlo”.
Sobre el rival, el Manchester United, Guardiola destacó su crecimiento y la dificultad que tiene el derbi. “Es un equipo que cada partido que pasa va mejorando. Va a ser muy difícil pararles porque tienen mucho potencial arriba pero no coincido con Wenger en que vaya a ser un resultado psicológico. Tan solo es la cuarta jornada y si perdemos al día siguiente nos levantaremos y prepararemos el partido de Champions”.
Pero hay otra arista en el partido con otro reencuentro, el que protagonizarán Guardiola y Zlatan Ibrahimovic. Ambos coincidieron en el Barça y la relación acabó como el rosario de la aurora. El exdelantero del PSG, entre otros muchos equipos, hizo unas declaraciones poniendo a parir al preparador catalán y aguarda tomarse una dulce venganza de la mejor manera que sabe, anotando goles.
Una millonada en el campo El derbi de Manchester, además, reunirá sobre el césped de Old Trafford a jugadores que han costado más de 670 millones de libras (795 millones de euros) entre todos.
Si no hay sorpresas y Mourinho alinea de inicio a los 11 que han jugado en las primeras jornadas, el United jugaría con un equipo por el que se pagó 350 millones de libras (415 millones de euros) y comandado por Paul Pogba, el jugador más caro de la historia.
El coste de sus vecinos en Manchester, con la dolorosa ausencia de Sergio Agüero y la incursión en el once de Claudio Bravo y Leroy Sané, sería más o menos similar: 322 millones de libras (382 millones de euros).