parís. Lyon y Girondins de Burdeos abren hoy el combate de los cuartos de final de la Liga de Campeones, el primer asalto de un duelo para dirimir cual de los dos equipos portará el estandarte francés en la máxima competición europea.

El choque tiene un aroma de pelea por la hegemonía del fútbol galo entre el actual campeón francés y líder de la liga, el Burdeos de Laurent Blanc, y un Lyon que se había acostumbrado a llevar la bandera gala por el continente en los últimos años.

Los franceses acumulan diez temporadas consecutivas en la Liga de Campeones y tratarán de alcanzar por primera vez en su historia unas semifinales que ha acariciado en tres ocasiones (2003-04, 2004-05 y 2005-06).

Por medirse a un rival conocido, los lioneses parecen tener más cerca cumplir su sueño en una temporada extraña marcada por su irregularidad. El Lyon ocupa la quinta posición de su liga, en la que pelea por meterse en los puestos europeos, mientras que en Europa asombró a todo el mundo con la eliminación del Real Madrid.

Ante el Burdeos su principal activo será la experiencia, aunque el equipo está en plena renovación. El entrenador, Claude Puel, es consciente de que avanzar un peldaño más, hacer historia, les obliga a elevar su nivel de juego, como hicieron frente al Madrid.

Los lioneses se mentalizan en Europa, el club adquiere un ambiente particular que, de momento, les ha servido para volver a cuartos de final cuatro años después de su última aparición en el antepenúltimo escalón de la competición.

El estado de ánimo será diferente en el Burdeos, que llega como líder de su liga pero sin haber despejado las dudas sobre su juego.