El Banco Central Europeo (BCE) prevé que la inflación siga moderándose durante 2024, pero necesita más datos para estar seguro de que se llegará al objetivo del 2 % antes de decidir una posible bajada de los tipos de interés, dijo este jueves su presidenta, Christine Lagarde.

"Lo último que querría ver es que tomemos una decisión apresurada, que la inflación vuelva a subir y tengamos que tomar más medidas", dijo ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara preguntada por los eurodiputados sobre el calendario para un posible recorte de tipos.

Pese a que la inflación se ha reducido en los últimos meses, el BCE mantiene desde septiembre el tipo de interés rector en el 4,5%, su nivel máximo desde hace dos décadas tras haber aplicado subidas desde julio de 2022 para contener el aumento de los precios.

Lagarde declina dar fechas

Según las palabras de Lagarde, la institución espera que la inflación siga moderándose en 2024, pero insistió en que sus decisiones sobre posibles cambios en los tipos de interés dependerán de los datos que vaya recibiendo.

En su último debate sobre política monetaria con la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo antes de las elecciones europeas del próximo junio, Lagarde dijo que los últimos datos confirman el proceso descendente de la inflación y se espera que esta baje más gradualmente a lo largo de 2024.

La presidenta del BCE rehusó, no obstante, anticipar cuándo podrían bajar los tipos de interés e insistió en que necesitan más datos para confirmar que la inflación llegará al objetivo del emisor.

"Confiamos en que direccionalmente nos estamos dirigiendo al 2 % a medio plazo a tiempo, pero (...) tenemos que tener más seguridad y no tenemos la suficiente todavía en este momento para estar seguros de que es sostenible", explicó.

"No queremos el riesgo de que se revierta, lo que sería desperdiciar todo lo que hemos hecho y nos llevaría a tener que tomar más medidas", dijo Lagarde preguntada por los eurodiputados.

Inflación en descenso

Según explicó la presidenta del BCE en su discurso ante la comisión, la disipación del impacto de las crisis pasadas que impulsaron los precios al alza y las condiciones financieras más duras ayudarán a empujar a la baja la inflación este año.

En enero, la tasa anual de inflación en la eurozona bajó al 2,8 % tras un repunte de medio punto en diciembre y la inflación subyacente -que excluye energía y alimentos- cedió al 3,3%, en ambos casos una décima menos que el mes anterior.

"Continuaremos siguiendo un enfoque dependiente de los datos para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricción, teniendo en cuenta la perspectiva de inflación, las dinámicas de la inflación subyacente y la fortaleza de la trasmisión de la política monetaria", añadió en línea con el mensaje lanzado en la última reunión del consejo de Gobierno en enero.

En ese encuentro, el organismo decidió mantener el tipo de interés rector en el 4,5%, así como la facilidad de crédito -la que presta a los bancos a un día- en el 4,75 % y la facilidad de depósito -que remunera el exceso de reservas a un día- en el 4%.

Lagarde defendió hoy ante los eurodiputados que los tipos están en niveles que, "mantenidos por el tiempo suficiente harán una contribución sustancial para asegurar que la inflación vuelve al objetivo del 2% a medio plazo de manera oportuna".

Los salarios empujan al alza

 En cuanto a los factores que influirán en la evolución de precios en los próximos meses, la presidenta del BCE destacó que se prevé que el aumento de los salarios "se convierta en un impulso cada vez más importante de la dinámica de inflación en los próximos trimestres".

Añadió que el monitor de salarios del BCE "continúa señalando fuertes presiones de los salarios, pero los acuerdos indican una estabilización en el último trimestre de 2023" y subrayó que el impacto de los mismos en 2024 dependerá sobre todo del resultado de las negociaciones colectivas.

Estos incrementos de salarios están, no obstante, "parcialmente amortiguados por los márgenes de beneficios" de las empresas. Lagarde señaló asimismo que, si bien la inflación subyacente ha caído gradualmente, la de los servicios "muestra signos de persistencia".

Por lo que respecta a la situación macroeconómica, la presidenta del BCE señaló que la debilidad de la actividad afecta a amplios sectores y que los datos apuntan a que continuará "en el futuro próximo", aunque algunos indicadores a futuro señalan un repunte durante este año.