El sector de oil&gas sigue sin levantar cabeza a nivel mundial y sus efectos los acusan las empresas del sector como la compañía vasca Tubacex que ha cerrado el primer trimestre del año con unas pérdidas de 16,4 millones de euros y unas ventas de 86,5 millones de euros, un 43,7% menos que en el mismo periodo del año anterior, unos resultados marcados por la caída del mercado, según fuentes del fabricante vasco de tubos de acero inoxidable sin soldadura.

Esta realidad es la que se niegan a contemplar los sindicatos vascos con representación en la empresa alavesa, que rechazan de plano el ajuste laboral, incluido el ERE con 94 despidos aprobado por la dirección, tal y como señalaron ayer martes en el Parlamento Vasco, en Gasteiz

La compañía dirigida por Jesús Esmorís presentó los resultados del primer trimestre de 2021, caracterizados por el notable descenso en la demanda de tubos de acero para la industria energética y del petróleo, un proceso que, a la vista de la electrificación creciente de la sociedad en medio de la descarbonización, puede tener un componente más estructural que coyuntura. Ello ha provocado una caída de su cartera de pedidos, que está generando “bajos niveles de actividad” en todas las divisiones del grupo acerístico. En el primer trimestre, las ventas han sido de 86,5 millones de euros, un 43,7% menos que en los mismos meses del año anterior, mientras que el beneficio bruto de explotación (ebitda) fue de 0,1 millones de euros.

Tubacex ha cerrado el trimestre con unas pérdidas de 16,4 millones de euros frente al resultado negativo de 1,6 millones del mismo periodo del año anterior.

Para el consejero delegado de Tubacex, Jesús Esmorís, los primeros meses del presente 2021 han supuesto un “desafío” para el grupo siderúrgico. Con todo, el directivo destacó que los esfuerzos realizados en los últimos meses, tanto en la reducción de costes, con ahorros de más de 30 millones de euros anuales, como en el aumento de eficiencia y diversificación de productos, les han “permitido gestionar un entorno complicado.”

La menor actividad y coste del ajuste laboral ha hecho que la deuda financiera haya aumentado en 12,3 millones de euros.