La crisis del sector siderúrgico vasco ligado al suministro de tubos para la industria del petróleo y el gas es un hecho a la vista de los malos resultados obtenidos por las dos empresas vascas, Tubacex y Tubos Reunidos, en el pasado 2020 y a los planes de ajuste laboral que manejan para salir de las pérdidas. Números rojos que no son menores pues Tubacex ha perdido 25,3 millones de euros y Tubos Reunidos, nada menos que 101 millones.En un contexto de brusca caída de la actividad económica en todo el mundo por los efectos de la pandemia de coronavirus y de transición energética hacia un mundo descarbonizado y donde el papel de los hidrocarburos tiende a reducirse progresivamente lo que ha hecho caer la inversión en el sector de oil& gas a mínimos históricos, compañías como las vascas han visto como se reducían sus ventas, tanto en toneladas como en precio.

Así, Tubacex ha cerrado el ejercicio con unas ventas de 479,6 millones de euros, un 21,8% menos que el año anterior, y un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 38,1 millones de euros, un 43,2% menos que en 2019. Las pérdidas acumuladas alcanzan los 25,3 millones de euros y, según la empresa dirigida por Jesús Esmorís, provienen “mayormente de los resultados negativos de las plantas vascas”

Tubacex señaló ayer al comunicar los resultados de 2020 que “la profunda crisis estructural del sector, agravada por la pandemia, está acelerando la transición hacia fuentes de energía más limpias”, lo que ha obligado a la compañía alavesa a “tomar urgentemente medidas de calado en los ámbitos financiero, organizativo y comercial”. En ese sentido, el fabricante de tubos de acero inoxidable sin soldadura, recordó “la resistencia de la compañía durante esta crisis se está debiendo a la materialización ágil y efectiva de estas medidas”.

¿Y qué medidas son? Tubacex ha puesto en marcha un plan de ajuste laboral en todas sus plantas en el mundo, que afectará a unas 600 personas, plan al que sólo le falta concretar la situación en las dos plantas vascas. Para la dirección la ecuación es o se reducen costes en Araba o se procede a poner en marcha un ERE para 150 personas, con el fin de lograr los ahorros precisos para asegurar la solvencia de la empresa, expediente al que los sindicatos se oponen con todas sus fuerzas.

Tapia pide un “pacto”

En este sentido, la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, instó a la dirección y a los trabajadores de Tubacex a que se sienten a negociar en aras a acordar “hacer un esfuerzo ahora” que sea revertido cuando la empresa vuelva a “una situación de bonanza”. Tapia defendió “un pacto” entre las partes para poder solventar el duro momento actual.

La consejera recordó en Radio Euskadi que en la reunión del Gobierno vasco con los representantes de los trabajadores de Tubacex su departamento se ofreció a mediar en el conflicto laboral para que no se produzca el despido de 150 trabajadores planteado por la compañía y defendió negociar “de forma civilizada” y sentarse para buscar soluciones.

La consejera reconoció que ambas partes tienen todo el derecho a defender sus intereses pero reiteró el llamamiento a que lo hagan en una mesa para negociar “de una forma adecuada y, permítame la expresión, civilizada”, con el objetivo de intentar un acuerdo.

Para Tapia la negociación y el acuerdo “tiene que ser posible” porque un año después del covid se percibe que las consecuencias en la actividad de las empresas se van a mantener y “todos debemos hacer un esfuerzo” en un momento “tan difícil” aunque advirtió que, “cuando llegue la situación de bonanza, deben de compartir la misma con los trabajadores”.”.

Tubos reunidos, en rojo

Y si la situación de Tubacex, con plantas fuera y productos de inoxidable de mayor valor añadido es compleja, qué decir de la de Tubos Reunidos. La empresa vizcaina perdió 101 millones de euros durante 2020, un año en el que el covid “impactó drásticamente” en la compañía vasca y que va a seguir afectando en 2021.

Las pérdidas aumentaron un 144% frente al resultado negativo de 41,5 millones de euros de 2019 y el resultado neto del ejercicio 2020 incluye un deterioro extraordinario de activos por importe de 100 millones de euros.

La facturación de la empresa el pasado año ascendió a 241,7 millones de euros, un 15% menos.

Como se recordará Tubos Reunidos ha solicitado apoyo público temporal con cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas español por 112 millones.