El Gobierno vasco, CC.OO., UGT y Confebask han alcanzado un acuerdo por el que el Ejecutivo autónomo complementará los ERTEs a los trabajadores con una base de cotización menor de 20.000 euros anuales, a los que abonará 150 euros o 100 euros, en función de la parcialidad de su contrato. La medida podría afectar a en torno a unas 44.000 personas y supondrá un coste aproximado de 6 millones de euros mensuales para las arcas del Ejecutivo vasco.

Este anuncio ha sido realizado en rueda de prensa por las consejeras de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, y de Trabajo y Justicia, María Jesús San José, tras la reunión del Grupo de Empleo de la Mesa de Diálogo Social mantenida este mismo jueves.

En su comparecencia, ambas han destacado que el Gobierno vasco ha decidido complementar los expedientes de regulación de empleo temporales de los trabajadores más vulnerables y con salarios más reducidos, los que tienen una base de cotización de menos de 20.000 euros.

Según ha informado el Ejecutivo, la medida podría afectar a en torno a unas 44.000 personas, que actualmente se encuentran en ERTE, con una base reguladora inferior a los 1.666 euros mensuales, y un salario bruto igual o inferior a los 20.000 euros, y supondrá un coste aproximado de 6 millones de euros mensuales para las arcas del ejecutivo.

El Ejecutivo vasco ha decidido complementar esos ERTE desde el 1 de julio y hasta el 30 de septiembre, inicialmente. Todas las personas con salarios inferiores a la citada cifra de base de cotización igual o inferior a 1.666 euros mensuales recibirán el mismo importe de complemento por parte del Gobierno Vasco, en función de la parcialidad de su jornada laboral.

De esta manera, quienes trabajen hasta un 50% de la jornada laboral percibirán 100 euros de complemento; las personas que tengan jornadas por encima del 50%, recibirán 150 euros. Estos tramos se mantendrán igual para todas las personas con salarios por debajo de la citada base de cotización.

El complemento será de cuantía fija en función de la jornada durante todo el periodo de su percepción y se reconocerá con independencia de la naturaleza del contrato de trabajo de la persona beneficiaria. En ningún caso, la persona trabajadora podrá percibir en situación de ERTE una prestación total superior a su retribución en activo.