En un campeonato exprés, sin tiempo ni espacio para la duda, la capacidad de mirar al frente con decisión y de sobreponerse a los obstáculos adquiere una relevancia mayúscula a la par que determinante. Lo sabían en la crucial tarde del sábado Danel Elezkano y Erik Jaka, quienes enfrentaron sueños y gloriosas aspiraciones en la primera semifinal de un revolucionario Manomanista en la que se llevó el gato al agua el delantero de Lizartza. El de Zaratamo, que afrontaba su tercera semifinal consecutiva en la distancia convertido en el único cabeza de serie que se mantenía en liza en la presente edición, ansiaba colarse por primera vez en la gran final de un torneo en el que le habían frenado hasta el día de ayer Olaizola II e Irribarria. Para su desgracia lo hizo también un imparable Jaka, quien hizo valer su plenitud física y un saque magistral para imponerse por un contundente 6-22.

El pleito, abierto de entrada, arrancó con saque y tanto para el delantero guipuzcoano tras un amplio intercambio de golpes que tomó color azul gracias a un preciso gancho de izquierda. Fino en el saque y en el remate, Jaka no tardó en mostrar los dientes con un parcial inicial de 0-4 que no hizo sino recalcar a Danel la dificultad que entrañaba la contienda. Era consciente de ello de antemano el vizcaino, pero lo comprobó de inmediato sin verse agobiado, ni condicionado por ello en su juego en los primeros tantos. No era el día para titubear e intentó no hacerlo el zaratamoztarra, que pareció estar en condiciones de plantar batalla al navegar a la velocidad de la luz, de una tacada, hasta el 4-4. Lo hizo valiéndose de dos errores no forzados de Jaka, que solo regalaría una pelota más hasta el término del encuentro. Lo desconocía, para su pesar, un Elezkano II que fue desfondándose paulatinamente hasta acabar apabullado. El partido, no en vano, dio un giro inesperado y definitivo después de dos empates (5-5 y 6-6) que vaticinaban pelea por un puesto en la final.

Nada más lejos de la realidad. Ahí acabó el pleito. 104 pelotazos intercambiaron los dos pelotaris hasta el 6-5 favorable a Danel, primera y única ventaja que adquirió el vizcaino en toda la tarde, y con 176 tocó a su fin una semifinal de la que el de Zaratamo desapareció como por arte de magia. Castigado físicamente por la exigencia física del arranque, de la cual supo reponerse mejor Jaka, Danel no hizo otra cosa que regalar tantos hasta que su oponente alcanzó el cartón 22. Cierto es que el nivel ofrecido por el guipuzcoano, a lomos de un saque que marcó las diferencias, fue brillante en fondo y forma, pero debe exigirse más a un Elezkano II que entregó la cuchara con solo seis tantos en su casillero.

AUTOPISTA A LA FINAL

El parcial final de 0-17 para Jaka en toda una semifinal del Manomanista pone de manifiesto la superioridad física y psicológica que ejerció el pelotari guipuzcoano sobre el vizcaino, que no pudo hacer otra cosa que felicitar al de Lizartza a la conclusión del choque.

“Después de los primeros tantos, que fueron duros, él ha jugado perfecto, me ha hecho daño con el saque y ha sido mucho más que yo, por lo que solo me queda felicitarle por la victoria al haber ganado fácil y con total merecimiento”, declaró el de Zaratamo, apesadumbrado tras perder una oportunidad de oro para colarse por primera vez en la final de un campeonato en la que se estrenará un pletórico Jaka, quien expuso las claves de su incontestable triunfo al resumir que “empezamos con mucho ritmo los dos y los primeros tantos fueron muy disputados, pero a partir de ahí creo que me repuse mejor físicamente que él y en el segundo tramo del partido he acertado con los saques para poder hacer mi mejor juego”. Demasiado Jaka para Danel.