El vizcaíno Alex Txikon ha iniciado este lunes una expedición al Manaslu (8.163 metros) para, como ya hiciera sin éxito el pasado año, intentar ascender por primera vez a la octava cumbre más alta del planeta en invierno y sin oxígeno artificial.

El alpinista vasco volverá a contar como compañeros de cordada con el italiano Simone Moro y el guipuzcoano Iñaki Álvarez en un equipo que completan Eneko Garamendi, que lleva varios inviernos acompañando a Txikon, y el fotógrafo Sendoa Elejalde.

Según explica el montañero de Lemoa, han decidido iniciar el viaje antes de que arranque el invierno oficial con la intención de recibirlo "en el propio campamento base" (4.900 metros), donde tienen previsto llegar el próximo domingo, "y empezar a trabajar cuanto antes".

"El año pasado fue nuestro primer invierno en el Manaslu y nos sirvió para conocer de primera mano la montaña y ver que cuanto antes empecemos a trabajar más opciones tendremos. A medida que el invierno avanza las nevadas son más copiosas y eso complica mucho nuestra labor", detalla.

A diferencia del anterior intento, en el que estuvieron solos en la montaña, este invierno hay en la zona otra expedición que tratará de hacer cima en el Manaslu compuesta, entre otros, "por escaladores belgas y polacos".

"Vamos dispuestos a tender la mano, a colaborar y a trabajar juntos", adelanta Txikon, quien tiene la intención de realizar una "subida rápida por la vía clásica" en función siempre de "la nieve y las grietas" que se encuentren por el camino.

"El año pasado trabajamos con nieve hasta la cintura y nos encontramos con una gran rimaya que no pudimos cruzar y que nos obligó a abrir una nueva variante entre los campos 1 y 3. Una vez estemos allí y veamos la montaña con nuestros ojos podremos esbozar el plan a seguir", explica.

Adelantan además que, en su "apuesta por la sostenibilidad", el equipo aprovechará la energía solar "para la generación" de la electricidad necesaria "tratando de buscar el menor impacto posible en el medioambiente".

"No vamos a emplear ni un litro de combustible", destaca Txikon, antes de señalar que emplearán "dos instalaciones de placas solares proporcionadas por Fundación EKI", una de las cuales será donada al finalizar la expedición "a un centro escolar de la zona a través de alguna ONG local".