bilbao - El duodécimo triunfo de Rafa Nadal en Roland Garros, al margen de una catarata de elogios por la magnitud de la gesta, puso de nuevo de manifiesto que el relevo en el tenis mundial aún no está listo, al menos cuando se trata de abordar los Grand Slams y más el de la tierra batida, en el que el balear no tiene aún un rival a su altura. En los partidos a cinco sets, se sigue esperando el salto de calidad de los aspirantes, pero estos llevan un proceso de cocción lenta y mientras tanto el llamado Big Three, ahora que Andy Murray sigue convaleciente, no deja de acumular triunfos en la carrera por ser el jugador con más Grand Slams de la historia, algo que quedará para siempre entre ellos tres.

Nadal, que tiene 18, confesó que no le obsesiona alcanzar los 20 de Federer. Y tampoco hay que descartar que Djokovic, que acumula 15, pueda superar a los dos. Y es que cuando parecía que el abanico se abría cuando Wawrinka ganó el US Open de 2016, pero los siguientes diez Grand Slams han caído en manos de la santísima trinidad del tenis. Al menos una vez al año aparece el nombre de alguno de ellos en la peana de los grandes torneos desde que Federer ganó su primer Wimbledon en 2003.

Sin embargo, las distancias se han estrechado. El suizo parecía inalcanzable cuando hace diez años superó a Pete Sampras al frente de la clasificación histórica y llegó a 15 Grand Slams. Entonces, Nadal tenía seis y Djokovic, solo uno. El serbio ha apretado el acelerador en los últimos años y, de hecho, llevaba tres seguidos hasta París. y el balear se ha nutrido de Roland Garros para alcanzar una cifra extraordinaria para un jugador que, además, ha sufrido más problemas físicos que sus dos grandes rivales. El año pasado, por ejemplo, no pudo completar el Abierto de Australia y el US Open y desde 2006 ha tenido que renunciar a jugar seis Grand Slams.

A la espera de que alguno de sus rivales derribe la puerta antes de que se les pase el arroz, porque sin ir más lejos Thiem ya tiene 25 años, la gran incógnita es cuánto van a aguantar Djokovic, Nadal y Federer en esta lucha que ya es legendaria. En el caso del de Manacor, son las lesiones las que marcarán su futuro. Pero su receta sigue siendo la misma. “El éxito deportivo está ahí, pero el éxito personal es la capacidad de sobreponerse a momentos complicados, tener perseverancia, ilusión y pasión cuando lo más sencillo sería dejar de tenerlas”, dijo a Efe.