Gernika-Lumo - Mentalizados ya de que el futuro más próximo para el Gernika Rugby Taldea pasa por la División de Honor B aunque con el recuerdo aún fresco del descenso, materializado el pasado domingo en Alcobendas, la Junta Directiva basurde pondrá en breve proa a una nueva temporada. Su presidente, Iñaki Uribe, repasa la actualidad de un club que deberá de edificar un nuevo proyecto bajo una premisa clara: “Volver a la élite cuanto antes porque el rugby gernikarra se merece un equipo en la máxima categoría estatal”.

Antes que nada, ¿qué tal están los ánimos en el seno del club?

-Estamos asumiendo el descenso y poniendo la mirada en la temporada que viene, porque no hay vuelta atrás. El domingo fue un día muy complicado, pero el viaje de Madrid da tiempo a pensar muchas cosas.

¿Han mantenido reuniones estos días para planificar el futuro?

-Todavía es muy prematuro y no se quieren tomar decisiones a futuro en caliente. Hasta después de Semana Santa no se tomarán las primeras decisiones que puedan ser firmes.

Están en periodo de análisis.

-Tenemos que analizar los fallos que hemos hecho, la directiva sobre todo, e intentar enmendarlos. Y que dentro de los medios que vayamos a tener, con patrocinadores y demás agentes que rodean el club, hagamos el equipo más competitivo posible con el objetivo de volver a la División de Honor en el menor tiempo posible.

¿Definirán el futuro del entrenador Nicolás Martínez y los jugadores durante estos próximos días?

-Nico tiene contrato hasta el mes que viene con el club y luego habrá que reunirse con él. Otro tanto con los jugadores. Y luego decidiremos lo que es mejor. Pero con paciencia.

Por muchos factores, ha sido un año realmente complicado...

-Han salido mal cosas que estaban en nuestra mano, pero también muchas otras que no lo estaban. Ha habido muchos factores para el descenso. Es difícil fichar a jugadores y cuatro que iniciaron la temporada se volvieron. Viaña se marchó tras encontrar un trabajo en Argentina faltando cuatro partidos. Y luego las decisiones del Comité, que no las entiende nadie, con respecto al aplazamiento del partido contra el Cisneros. Nos han obligado a jugar cinco partidos en cuatro semanas y los últimos tres partidos en ocho días, cuando la plantilla está más cansada... Hemos tenido mala suerte con las lesiones. Hemos sido el equipo con el menor presupuesto y la plantilla más corta. Lo sabíamos desde inicio, pero no pensábamos que íbamos a tener tal suma de calamidades.

Aun así, y cuando se os daba por desahuciados, llegan con vida al último tramo de la liga.

-Es meritorio lo que han hecho los jugadores durante toda la temporada, pero sobre todo en los últimos partidos. Han hecho una barbaridad.

Aunque sin la recompensa de la salvación, el último partido ante Alcobendas los jugadores también realizaron un gran esfuerzo.

-Verles disputar así el partido ante Alcobendas este domingo después de haber jugado tres días antes, contra una plantilla de profesionales más amplia y que ha quedado tercero en liga... Tenerles desde el minuto 75 al 82 a un metro de la línea de marca, ellos defendiendo como locos y los nuestros atacando como si les fuese la vida en ello... Lo han intentado todo y ha sido una pena que nos hayamos ahogado en la orilla después de remar tanto y con tanto esfuerzo.

Perdieron 26-20, aunque pudieron haber ganado si no fuera por una jugada que ha generado suspicacias.

-Es agua pasada, pero nos pudieron haber dado un ensayo de castigo con el que hubiésemos ganado y no hubiésemos ido directos al descenso. Estábamos en los últimos minutos, a medio metro del ensayo, y un jugador de Alcobendas arrancó la protección de uno de los palos. Consideramos que es un acto de indisciplina, de antijuego, que tendría que haber sido sancionado con más dureza. Son jugadas que se deciden en poco tiempo, es cierto, pero que supone la última piedra de todas las piedras que nos hemos encontrado en el camino esta última temporada.

¿Existe malestar en el club por los vaivenes del aplazamiento del partido ante Complutense Cisneros?

-El partido (que debía haberse disputado el 3 de febrero en Urbieta) fue suspendido por decisión del árbitro, que está facultado para decidir que un campo tiene riesgo para la integridad física de los jugadores. Tiempo después hubo tres semanas de parón porque jugaba la selección española y ninguna de las tres fechas sirvió, por diferentes motivos, para que pudiéramos jugar. La primera semana, tanto nosotros como Cisneros optamos por no jugar porque llevábamos cuatro partidos seguidos. La segunda y tercera semana se aplazó porque Cisneros decía tener jugadores en las selecciones XV y seven, ante lo que recurrimos. Semanas después, cuando se jugó finalmente el partido (10 de abril), y aún cuando Cisneros vino aquí escaso de efectivos, ese chico de seven ni siquiera vino convocado, por lo que no contaban con él. La tercera semana pasó lo mismo, aunque las normas de la Federación Española de Rugby dicen que un partido se puede aplazar siempre que haya fechas.

No las había.

-No había más fechas ante del fin del campeonato (14 de abril) y decidieron que jugáramos el 1 de mayo (fecha posterior a la conclusión de la liga) a propuesta nuestra, cuando tenían que haberlo desestimado. Hernani y La Vila, con toda la razón, se opusieron porque desvirtúa la competición. Les dieron la razón y lo fecharon el miércoles 10 de abril, un miércoles entre las dos últimas jornadas de liga. Nosotros nos preguntamos... ¿Acaso no desvirtúa la competición jugar las tres últimas jornadas, en las que te juegas la salvación, en solo ocho días?

¿El espíritu demostrado los últimos meses son la base para que Gernika vuelva a la División de Honor?

-Está claro. Tenemos grandes jugadores, pero resaltaría que hacen un esfuerzo mucho más grande de lo que se les podía exigir. Quizás hayamos tenido la plantilla menos potente físicamente y la más corta. Eso lo han suplido con mucha intensidad. Y la verdad, es que es de agradecerles.

El año próximo será diferente. ¿La base de la plantilla volverá a ser los hombres de casa?

-En División de Honor B será más sencillo que puedan participar jugadores que han dado el salto esta temporada o la pasada. Juveniles y del segundo equipo se amoldarán mejor a la B, y acompañados de gente que tenga más experiencia, pueden formar un bloque potente. En este sentido me quedo con jugadores que han debutado en la élite este año como Peio Urrutia, Unai Bilbao, Lander Gómez, Gaizka Iturriaga-Etxebarria... Lo han hecho estupendamente bien. Vamos a bajar un escalón a nivel físico y de intensidad, pero tenemos que intentar mantener el mismo nivel en la División de Honor B.

¿El objetivo es subir cuanto antes?

-Hemos estado diez temporadas en la élite y toca bajar un peldaño. El objetivo, aunque sea el mío, es pelear a tope para subir. Descender ha sido un mazazo grande, no vamos a esconderlo, aunque tenemos que levantarnos. Es importante hacer un esfuerzo porque Gernika tiene su hueco en División de Honor.

Consideran que Gernika Rugby tiene su sitio en la élite. ¿Por qué?

-Una de las cosas por las que deberíamos volver a División de Honor es por la gente que anima al club. La afición, todo el pueblo de Gernika, se ha volcado todo el año, pero sobre todo los últimos meses. El esfuerzo de esa gente hay que recompensarlo volviendo cuanto antes a la élite.