GErnika-Lumo - Con la cabeza alta y peleando hasta el último minuto, pero descendidos. Así ha acabado una temporada de infarto para un Gernika Rugby que tanto ha trabajado para evitar despeñarse a la División de Honor B, pero que irremediablemente tendrá que dejar su puesto en la élite del rugby estatal tras caer a domicilio ayer ante el Sanitas Alcobendas por 26-20 en un choque en el que los basurdes vendieron cara su derrota.

Sin el premio de la salvación, que los gernikarras se habían ganado tras unas últimas fechas en las que apareció su buen juego -y grandes dosis de pundonor para voltear la compleja situación por la que atravesaban-, los duditativos primeros compases de la temporada lastraron un proyecto que ahora deberá de remozarse. Opciones tenían los pupilos de Nicolás Martínez y durante parte del encuentro fueron por delante en el marcador, si bien la victoria de La Vila ante el Barcelona (11-17) despeño al Gernika a la segunda categoría, que había abandonado la plaza de colista tras vencer a Cisneros el pasado miércoles. Los dos puntos traídos ayer de Madrid resultaron infructuosos.

En apenas diez minutos los basurdes llegaron a completar dos ensayos, obra de Setu Enoka y Timoti Marr. Todo marchaba a la perfección, salvo las patadas marradas, para un quince que estaba cómodo en el campo. Fue un espejismo, ya que Alcobendas se puso pronto a empujar a los forales hasta que Munilla y García lograron dos marcas que apretaron el marcador. Aún así, lo de la villa foral no se amilanaron y tuvieron sus opciones. Tanto que Gaizka Itrurriaga-Etxebarria logró un nuevo try en el minuto 30 con el que ponía por delante a los gernikarras y, por ende, firmaban lo que por entonces parecía una salvación. Pero una marca local al final de la primera parte arruinó el trabajo realizado durante 40 minutos.

La segunda parte del encuentro, sin embargo, arrancó con una endeblez defensiva gernikarra que los madrileños no tardaron en aprovechar. Los agujeros hallados por Alcobendas pronto fueron aprovechados, como fue el caso de Cabale en el minuto 47. Y aunque Facundo Epinal lograra un nuevo ensayo basurde en el minuto 62, ya parecía tarde para reaccionar. Aún así, sacaron fuerzas de flaqueza y arrinconaron a sus rivales en busca de voltear el marcador, aunque no fue posible. Gernika puso así fin a un mal año en el que las sucesiones de problemas han lastrado al club que debe renovarse. Toca remozarse en un nuevo proyecto para devolver a Gernika a la élite.