El técnico asturiano Abelardo Fernández admitió ayer lunes su impotencia para reactivar al Alavés y como quiere que el equipo salve la categoría decidió tomar “la decisión tan dura” de desvincularse del club babazorro. O le cesaron, que no queda claro. El caso fue que en un escueto comunicado a través de la web, el Deportivo Alavés agradece al Pitu Abelardo los servicios prestados, que fueron pocos, y encomienda a Javi Calleja el reto de “cambiar la dinámica del equipo y poder conseguir la permanencia en Primera”. Si no lo remedia el Glorioso, colista de la categoría, corre el riesgo de celebrar su Centenario, efeméride que se cumple justamente este año, a los sones de una marcha fúnebre.

Javi Calleja afronta así su primera experiencia como entrenador lejos del Villarreal, en el que se formó hasta llegar al primer equipo , al que entrenó en dos etapas casi consecutivas. El pasado verano sin embargo no le renovaron, apostando por la jerarquía de Unai Emery.

El técnico madrileño, de 42 años, firma hasta final de temporada e iniciará el próximo sábado el camino a la redención en San Mamés, contra el Athletic, y se convierte en el quinto entrenador del Alavés en menos de un año, tras Abelardo, Garitano, Muñiz y Pablo Machín.

Abelardo debutó en el Alavés a mediados de enero en Copa, con una humillante derrota ante el Almería (5-0), y sus 11 partidos ligueros dejan un balance desolador. Solo un triunfo, ante el Valladolid, dos empates y ocho derrotas; 8 goles a favor y 24 en contra que dejan al equipo colista, con 23 puntos, a tres de la permanencia.

En una carta de despedida, el entrenador asturiano advierte que no es una persona que se rinda o tire la toalla, pero como “profesional honesto” ha creído que lo mejor es “dejar paso a otro en el banquillo”. Abelardo reconoce además que “cuando uno no es la solución forma parte del problema”. En anterior etapa (2017-18) sí fue la solución, salvando al Alavés de un descenso que parecía cantado.