El pasado 15 de diciembre enseñó definitivamente sus dientes de lobo. Una pancarta de 50 metros de altura por 20 de ancho se desplegó en el edificio número 15 del Paseo de la Habana, a escasos 100 metros del santuario madridista, el Santiago Bernabéu. En la lona, de 1.000 metros cuadrados, se mostraba una gran fotografía de Joan Laporta y un mensaje cargado de retranca: "ganas de volver a veros". El expresidente y uno de los ochos precandidatos a la presidencia del FC Barcelona daba un audaz golpe de efecto, en las mismísimas barbas de su gran antagonista, agitando una campaña que había arrancado con un tono modoso, como si el Laporta agitador hubiera pasado a mejor vida para decepción de quienes le piden marcha, y más ahora que los culés han recuperado el sesgo de antaño, cuando entonaban con resignación el aquest any, tampoc.

Semejante osadía sin duda que ha servido para reforzar la condición de favorito de este abogado de 58 años, que presidió el club entre 2003 y 2010, la época más gloriosa del club bajo la dirección técnica de Pep Guardiola.

Sus contrincantes en la carrera electoral han reconocido el impacto mediático de la pancarta, para seguidamente añadir que al socio hay que convencerle con un programa sensato el próximo 24 de enero, día de las elecciones.

Pero antes, tanto Joan Laporta, como Víctor Font, Agustí Benedito, Emili Rousaud, Toni Freixa, Jordi Farré, Lluìs Fernández Alà y Xavier Vilajoana tienen de plazo hasta el día 1 1 de enero para conseguir las 2.257 firmas de socios necesarias para pasar el corte y proclamarse oficialmente candidatos a las elecciones del club.

Las referencias

Según las predicciones, Laporta y Font son los máximos favoritos para suceder al dimitido Josep Maria Bartomeu al mando del club catalán. Laporta por su carisma, el recuerdo de los buenos años y una supuesta ascendencia sobre Leo Messi, obviando lagunas y errores de gestión que le valieron por ejemplo una moción de censura. Font lleva muchos años planificando su asalto al poder, tiene fama de buen gestor y está avalado por Xavi Hernández, un referente seductor de la época triunfal que ejercerá como director técnico o entrenador, según se den las circunstancias con Ronald Koeman.

En el polo opuesto se encuentra Lluís Fernández Alà, el único que no ha estado ligado alguna vez al club azulgrana bien como presidente o como directivo. Consciente de su modesta condición vende su perfil de incontaminado para calar como una "la mancha de aceite" en el desencantado socio culé. "Así logró ganar las elecciones de forma inesperada Barack Obama en 2009", avisa.

El factor independentista

Para su aventura barcelonista Fernández Alà se ha cuidado de aparcar su perfil político, ligado a Demòcrates per Catalunya, una escisión independentista de Unió Democràtica con la que se presentó a la alcaldía de Sant Cugat del Vallès en 2019.

También Laporta, aunque el entorno de JuntsxCat y el mismo Carles Puigdemont han respaldando su precandidatura de forma directa o indirecta. Lo mismo sucede con Víctor Font y Agustí Benedito, que se presenta por tercera vez a unas elecciones a la presidencia del Barça. De hecho no son pocas las voces que abogan por una candidatura unitaria de perfil independentista, más teniendo en cuenta que el 14 de febrero también habrá elecciones, pero al Parlament de Catalunya. Con tanto precandidato se barruntan las coaliciones y una campaña muy intensa.