- Javier Olaizola (Donostia, 1969), en su segunda temporada en el banquillo getxotarra, está ilusionado con una plantilla que ha sido renovado totalmente, ya que solo han renovado cuatro jugadores de la pasada temporada. Quiere ser optimista y no quiere ni pensar ni un minuto en la posibilidad de que no se termine el campeonato por culpa de la pandemia. El domingo recibe al Bilbao Athletic en el estreno liguero.

A pesar del covid-19, ¿cómo les ha ido la pretemporada?

—Bueno, podemos decir que progresando y mejorando cada día. Al principio tuvimos un pequeño susto en la segunda semana, ya que vinieron dos médicos a realizar valoraciones a los jugadores y uno de ellos dio positivo, por lo que los jugadores tuvieron que estar confinados seis días. A partir de la vuelta a los entrenamientos no ha habido ninguno contratiempo.

¿Cómo están viviendo la nueva normalidad que ha afectado a toda la sociedad?

—Sorprendentemente, lo hemos asimilado bien y está siendo llevadero. Nosotros tenemos la suerte de que nos podemos cambiar en nuestras instalaciones. Los jugadores se cambian en tres vestuarios diferentes y el cuerpo técnico en otro. Además, las charlas las hacemos en el campo.

El parón competitivo ha sido largo, ya que desde marzo no compiten.

—Eso lo tuvimos en cuenta la dos primeras semanas, ya que venían de un periodo largo de inactividad. A medida que han ido transcurriendo los entrenamientos y las semanas hemos ido introduciendo cosas que están más relacionadas con el fútbol, tanto a nivel individual como colectivo. En definitiva, estamos contentos con el trabajo que estamos desarrollando

Analice la plantilla que tiene

—Tenemos en este momento veintidós jugadores, ya que se acaba de sumar un jugador decido de la Real Sociedad, Jokin Gabilondo. Es una plantilla de dieciocho caras nuevas y cuatro jugadores que siguen de la temporada pasada. En muchos casos futbolistas jóvenes que han pasado en algún momento por las categorías inferiores del Athletic o de la Real. Hay mimbres y calidad individual, lo que hay que hacer ahora es ensamblar la plantilla.

¿La plantilla está cerrada?

—Tenemos veintidós fichas y en principio no hay intención de que llegue nadie más y de que nadie salga.

Es su segunda temporada en el banquillo del Arenas, ¿Qué reto se ha marcado?

—Sí te digo hacerlo mejor que la temporada pasada, porque no se pudo hacer peor. Dejarme la vida por este club al que tengo mucho respecto. Y, a partir de ahí, veremos hasta dónde podemos llegar. Tengo mucha ilusión, porque hay un grupo muy bueno, con gente joven con ganas de triunfar.

¿La dirección del Arenas le ha marcado algún objetivo?

—No, la gente del club es muy honrada y honesta, nunca me han metido ninguna presión. Pero yo tengo claro que para ellos sería un regalo conseguir una plaza en la Segunda B Pro.

¿Qué le parece el nuevo sistema de competición?

—Es entendible que al no haber descensos la temporada pasada pero sí ascensos y como también estaba en mente de la federación la creación de esa liga intermedia entre Segunda y Segunda B, es normal que se inventen un nuevo formato. No me parece mal, es a lo que tenemos que acostumbrarnos esta temporada, ya que todo es diferente debido al coronavirus.

El Grupo II se ha divido en dos subgrupos. ¿Qué les parece el que les ha tocado?

—La temporada pasada estábamos con los riojanos, navarros y castellano-leoneses y se han cambiado por los equipos cántabros más los vascos. Es un grupo potente e igualado.

¿Quién puede ser el favorito de este subgrupo?

—Creo que, por norma general, un recién descendido de Segunda como el Racing de Santander tiene que estar ahí arriba. Los filiales, por estructura, deberían competir entre los mejores.