Los equipos profesionales de fútbol han comenzado a dar los primeros pasos para reanudar la liga a mediados de junio mediante escrupulosos protocolos preventivos, como exhaustivos test y un proceso de concentración aún sin definir para proteger, pero también aislar, a los jugadores. Estas medidas han provocado numerosos desencuentros entre la patronal, LaLiga, y el sindicato de futbolistas, la AFE, cuyo presidente, David Aganzo, también mantiene ásperas desavenencias con Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sobre todo a raíz de las negociaciones para lograr el primer convenio colectivo del fútbol femenino. Justo en este momento de alta tensión el diario Marca publicó ayer una carta de Antonio Saiz Checa, un antiguo empleado de AFE que fue despedido, en la que acusa a David Aganzo de cohecho. La imputación está ya en manos de la Fiscalía de Valencia.

Saiz Checa, exdirector de Segunda B y Tercera en el sindicato futbolístico, afirma precisamente ahora que Aganzo pagó 3.000 euros a un funcionario público para lograr información fiscal de Futbolistas-On, otro sindicato de jugadores implantado sobre todo en los clubes no profesionales. Saiz Checa, además, se autoinculpa de haber participado en la comisión de este presunto delito, del que, dice, se arrepiente, no sin antes detallar en la citada carta que Aganzo, “haciendo uso de su superioridad jerárquica, me obligó mediante diferentes presiones a colaborar para conseguir de manera ilícita determinada documentación económica de Futbolistas-On”. “El presidente de la AFE”, añade, “quería demostrar que Futbolistas On estaba siendo financiado por LaLiga...”.

Saiz Checa fue despedido de la AFE poco después de participar en una moción de censura contra Aganzo en agosto del pasado año.

El presidente de la AFE reaccionó ayer a estas graves acusaciones mediante una carta dirigida a los afiliados. “Un afiliado y trabajador del sindicato me atribuye unos hechos presuntamente delictivos, con total falsedad, con la única intencionalidad de hacer daño, menoscabar el prestigio de mi persona y de la institución que represento, y tratar de incidir con intereses espurios en la gestión de la Asociación. Un asunto que, como podrás suponer, ya está en manos de los abogados para responder con toda la contundencia”, indica.

En su comunicación a los afiliados Aganzo enfatiza que lleva en la presidencia de AFE desde noviembre de 2017 y señala que desde ese día ha trabajado con todo su “empeño en la defensa de los intereses de quienes hacemos el fútbol posible en el terreno de juego: los futbolistas y las futbolistas”, y recuerda que en la última asamblea obtuvo un respaldo a su gestión del 98%. “No es la primera vez que esto sucede. En los próximos días se hará pública una decisión judicial que evidenciará un nuevo intento de romper la unidad y boicotear la gestión de este sindicato”.

Aganzo reemplazó en la presidencia de la AFE a Luis Rubiales cuando éste dejó el cargo para presentarse a las elecciones presidenciales de la RFEF.

Juanjo Martínez, presidente de Futbolistas-On y víctima del presunto delito de cohecho, que ha reaccionado interponiendo una denuncia en el juzgado número 4 de Alcobendas, sostiene que desde AFE siempre han querido destruir a su sindicato.

“Estamos ante el mayor escándalo en la última década del fútbol español, esta es la realidad. Fuimos los primeros, lógicamente, en ponerlo en manos del Juzgado, donde ya hay mucha documentación y tendrán que dar respuesta. No puede ser este nivel de corrupción que hay en el fútbol, estamos en las cloacas del fútbol... No puede ser que un sindicato quiera destruirnos con técnicas de la mafia... AFE sigue a la deriva y el juzgado les va a poner en su sitio”, aseveró Juanjo Martínez en declaraciones a El Transistor de Onda Cero.