OVIEDO. El nuevo técnico del Real Oviedo, el navarro José Ángel 'Kuko' Ziganda, reconoció en su presentación oficial que tras un año sabático esta temporada le volvía a apetecer entrenar y que al recibir la llamada del club azul solo pensó en que no había mejor lugar para retomar su carrera de entrenador que la capital del Principado.

"No había ningún motivo para no aceptar la oferta del Oviedo. Amo el fútbol, cogí un año sabático tras mi etapa en el Athletic y esta campaña quería entrenar. En el mundo del fútbol sabemos qué clase de club es este, qué entorno, ciudad y afición tiene detrás, y al ver la posibilidad abrí las puertas", comentó el navarro.

Ziganda no quiso dar demasiadas claves sobre cuál es su proyecto para mantener al conjunto carbayón en la categoría, pero sí que avanzó que ni él ni su segundo entrenador, Bingen Arostegi, tienen previsto realizar ninguna revolución en la forma de trabajar del equipo.

"Cambiar de manera drástica todo lo que se estaba haciendo, desde nuestro humilde punto de vista, creemos que sería algo contraproducente", señaló.

También añadió que "táctica y posicionalmente hablando" el conjunto intentará incidir en ciertos aspectos "que tienen margen de mejora y que nos ayudarán a ser más compactos y ordenados".

El nuevo técnico azul, que dirigió en la mañana del miércoles su primera sesión, señaló que se encontró a un vestuario preocupado y que no pone vendas sobre los ojos, algo que fue de su agrado, ya que habla de que los futbolistas son conscientes de la situación en la que está el club.

"Lo bueno que palpo en este poco tiempo es que el objetivo es el mismo, es común. Todos empujamos en la misma dirección, solo falta centrarla y que sea la correcta tanto dentro como fuera del campo, porque solo así seremos más poderosos. Ya veremos sistemas, el primer paso es hacer sentir más fuerte a la plantilla, darles herramientas para ello", avanzó el navarro.

En lo personal, Ziganda no puede estar más ilusionado con una oportunidad que tiene número de partidos cerrado, los catorce que quedan por disputar en la Segunda División, a la que llega "fresco y con muchísimas ganas" de revertir una situación clasificatoria mala que es la que le ha llevado al banquillo azul.

"La cabeza es muy importante, yo llego sin derrotas recientes, fresco, y no voy a remolque. Veo catorce partidos que son catorce oportunidades para poder sacar puntos, todo ello ante rivales directos y con nuestra gente a favor", sostuvo.

El navarro tendrá aún tres entrenamientos más, todos ellos a puerta cerrada, para preparar ese primer duelo ante el CD Lugo en el Anxo Carro (domingo, 12:00 horas), al que se desplazarán el más de un millar de oviedistas que agotaron el mismo martes las entradas puestas a la venta por el club.