Real Madrid0

At. de Madrid0

REAL MADRID: Courtois; Carvajal, Varane, Ramos, Mendy; Casemiro, Modric, Valverde, Kroos (Min. 103, Vinicius), Isco (Min. 60, Rodrygo) y Jovic (Min. 83, Mariano).

ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Trippier, Felipe, Giménez (Min. 98, Savic), Lodi (Min. 90, Llorente); Correa, Thomas, Herrera (Min. 56, Vitolo), Saúl; Morata y Joao Félix (Min. 101, Arias).

Penaltis: Carvajal: gol. Saúl: falla. Rodrygo: gol. Thomas: falla. Modric: gol. Trippier: gol. Sergio Ramos: gol. Árbitro: José María Sánchez Martínez. Expulsó a Valverde (Min. 115) por una entrada por detrás a Morata. Mostró tarjeta amarilla a Felipe, Thomas, Savic y Correa, del Atlético Madrid; y a Mendy, Modric, Carvajal y Valverde, del Real Madrid.

Incidencias: Final de la Supercopa de España disputada en el estadio King Abdullah Sports City ante 59.053 espectadores.

Bilbao - El cóctel no salió perfecto, aunque seguramente dejó un regusto dulce en Luis Rubiales. Su niña bonita, la Supercopa de nuevo cuño robada a las aficiones y trasladada al calor de los petrodólares de Arabia Saudí, la ganó el Real Madrid. Hasta ahí, entendiendo los intereses que mueven el fútbol actual, nada excepcional si no fuera porque el conjunto blanco nunca debió disputar un torneo al que acudió en la condición de mejor semifinalista copero y que, casualidades de la vida, le midió al subcampeón de liga, el Atlético, al que se le aparecieron los viejos espíritus. Ni rastro hubo en Jeddah del Barcelona y el Valencia, estos sí, ganadores de la liga y la Copa de la pasada campaña, pero que fueron eliminados en semifinales. Todo estaba encaminado a que merengues y culés se vieran las caras en la finalísima, pero el Atlético se puso la capa de superhéroe en las semis para caer de nuevo a penaltis en una final con el Real Madrid. Para colmo, el premio al mejor futbolista del partido, distintivo otorgado por Luis Enrique y su cuerpo técnico, se lo llevó Valverde, expulsado en el minuto 115 por una patada por detrás a Morata para evitar que este adelantara a su equipo. En definitiva, una farsa.

Pero como la deriva es esta y el acuerdo alcanzado por la Federación Española de Fútbol y el país asiático comprende este y los dos próximos años, no queda otra más que contar lo acontecido en la final de un torneo de verano que se jugó en enero pero que tuvo mucho de bolo veraniego por el ritmo con el que se desarrolló el encuentro. Otro sinsentido.

Solo la prórroga y el desenlace, desde los once metros, animaron una noche aburrida que arrancó con el Madrid haciendo suya la posesión del balón y el Atlético aguardando los errores de su rival, que en los primeros 25 minutos del encuentro fueron suficientes como para que Joao Felix y Morata avisaran con sendos disparos desde la frontal del área. El Madrid, sin Benzema y Bale, adoleció de ideas en ataque, donde Jovic fue un oasis. La apuesta de cinco centrocampistas que tan bien le funcionó a Zidane contra el Valencia no fue tan eficaz en parte porque a Isco le sobraron casi siempre un buen puñado de toques. El malagueño ralentizó el juego en una primera mitad en la que Valverde, pegado a la banda derecha, fue el más activo de un equipo que apenas inquietó a Oblak.

El choque siguió por los mismos derroteros a la vuelta de vestuarios, aunque por fin apareció Jovic, que firmó una gran cabalgada que acabó en córner y dejó un buen detalle en una jugada en la que terminó disparando cruzado. El encomiable trabajo defensivo de los colchoneros, en el que sobresalieron sus dos centrales, especialmente Felipe, se resquebrajó mediada la segunda mitad en una acción que, incomprensiblemente, Valverde, libre de marca y a dos palmos del área pequeña, envió fuera tras rematar con la cabeza y después de que el balón le golpeara en la rodilla. En ataque, el Atlético se encomendó a Morata, que estuvo demasiado solo, a la insistencia de Correa y al buen hacer de Vitolo, que aportó bastantes cosas saliendo desde el banquillo. Joao Felix, por su parte, ofreció de nuevo una imagen gris. Una mezcla insuficiente para hacer gol.

Aunque el choque iba encaminado a la prórroga por la incapacidad anotadora de ambos equipos, Rodrygo y Thomas, este con un lanzamiento lejano de falta con el que intentó sorprender a Courtois, a punto estuvieron de evitarla.

Ya en el tiempo extra, el partido se rompió fruto del cansancio. Oblak, seguro como pocos, rechazó dos buenas acciones de Modric y Mariano y a cinco del final llegó la acción que pudo haber cambiado el partido. Valverde midió mal en un balón aéreo, dejó solo a Morata, que corrió desde el centro del campo para plantarse en el mano a mano con Courtois pero justo cuando iba a entrar en el área, el uruguayo le zancadilleó por detrás. Llegó a tiempo para ver la roja. Se armó la marimorena, con amarillas para Savic y Carvajal y la falta quedó en nada. Salvador Valverde. Como Courtois, que evitó que Mendy se marcara en propia en la última acción del encuentro.

El choque llegó a los penaltis, donde Oblak ni las olió aunque ayer al menos no ejerció de estatua, como sí hizo por orden de sus técnicos en la final de la Champions de 2016. Fallaron Saúl, que se topó con el poste, y Thomas, al que el guardameta belga adivinó sus intenciones. Y el Madrid hizo pleno. Cuatro de cuatro. Ramos, quién si no, marcó el último para lamento del Atlético, el pupas, subcampeón de liga y Supercopa. El vencedor en Arabia Saudí fue el Madrid, tercero en liga y semifinalista en Copa. Un sinsentido.