barcelona - El conseller de Interior, Miquel Buch, atribuyó a un "grupo muy minoritario de extrema derecha" (los Boixos Nois) el origen de los disturbios en el clásico del miércoles en los aledaños del Camp Nou y desveló que fueron los inhibidores del Barcelona los que frustraron una acción con drones de Tsunami Democràtic. Los disturbios en los aledaños del estadio, con quemas de contenedores y cargas policiales, se saldaron con 64 heridos y diez detenidos por desórdenes públicos y atentado a la autoridad.

Buch defendió la actuación de los Mossos d'Esquadra, ya que, según insistió, fue "adecuada y ajustada a la realidad", en el marco de un amplio dispositivo por las protestas anunciadas por la plataforma anónima Tsunami Democràtic con motivo del Clásico. "Hay imágenes que no nos gustan ni por un lado ni por el otro, pero todos los objetivos de garantizar la seguridad de miles y miles de personas se lograron con éxito", indicó el conseller, que atribuyó el origen de los altercados en el marco de la protesta convocada por Tsunami Democràtic a un grupo aislado.

Según Buch, los enfrentamientos se produjeron después de que un grupo "de extrema derecha con actitud violenta", el grupo radical Boixos Nois, que hace años fue expulsado del Camp Nou, penetrara "de forma individualizada" en el perímetro diseñado por los Mossos alrededor del estadio, por lo que descartó que fuesen los agentes quienes "originaron los altercados" que se vivieron en la zona sur de los accesos al estadio, con el partido ya iniciado. "No puedo aceptar de ninguna manera y en ningún caso que se diga que la policía originó los altercados", subrayó Buch.

boixos nois El conseller detalló que se produjeron dos momentos distintos, uno entre las 16.00 y las 20.00 horas, antes del inicio del clásico, en que los manifestantes convocados por Tsunami en los alrededores del estadio pudieron "expresar su queja y protesta (por la condena a la cúpula del procés) y convivir con miles de personas que querían acceder al campo".

El otro momento comenzó sobre las 20.00 horas, con el partido ya iniciado con normalidad, cuando en el exterior del estadio se desencadenaron enfrentamientos con algunas escenas que, ha señalado, "recuerdan a octubre", en alusión a los tumultos en las protestas por la sentencia del procés.

Tras la protesta del Clásico, Tsunami Democràtic reconoció en las redes sociales que la "gran acción" que habían preparado para dar visibilidad a su lema Spain, sit and talk no había resultado "exitosa", debido a la actuación policial.

Sin embargo, Buch precisó que los Mossos desconocían la intención de Tsunami de desplegar pancartas reivindicativas sobre el terreno de juego del Camp Nou mediante el uso de drones, y aseguró que fueron los inhibidores habituales del Barcelona los que frustraron el plan de la plataforma independentista, que se conoció ayer.

"Con Tsunami no hemos tenido ninguna interrelación y desconocíamos sus planes", aclaró Buch. Además, alegó que no fueron los Mossos los que ordenaron requisar las caretas con el rostro de Leo Messi, que fueron confiscadas en los controles de la seguridad privada del club azulgrana ante la prohibición de que los espectadores accedan a instalaciones deportivas sin mostrar su rostro. - DEIA/Efe