madrid - La selección española mide el crecimiento de un joven valor como Martin Odegaard en el año de su explosión, en la visita a Noruega, donde puede certificar a las primeras de cambio el pase a la Eurocopa 2020 de forma matemática, en una impecable fase con pleno de triunfos.

No ha encontrado rival una selección española en fase de crecimiento y encaje de nuevos futbolistas que van encontrando el premio por la meritocracia por la que apuesta Robert Moreno. El nuevo seleccionador destierra el concepto intocable, apenas vigente para el capitán Sergio Ramos y Sergio Busquets, y premia en cada convocatoria los momentos de forma. Así aparecen nuevas caras como Sergio Reguilón, Pau Torres o Gerard Moreno, regresan jugadores de la generación que tocó la gloria como Raúl Albiol o Santi Cazorla, y se alimentan debates en zonas del campo donde está por decidirse los elegidos para la próxima gran cita. “Puede ser que la selección esté más abierta que nunca, el criterio que seguimos es ver lo que hacen los jugadores en cada momento, tenemos en cuenta su historia y estamos siendo justos. Si un jugador está a alto nivel tiene opciones de venir y si otro está por encima, sería injusto no traerle porque no haya venido nunca. Eso aumenta la competencia”, explicó Moreno.

Líder con 7 puntos de ventaja y pleno de victorias en las 6 jornadas, con 17 tantos a favor y 3 en contra, España encara con los deberes prácticamente hechos las dos salidas más duras de la fase de clasificación una vez superada la de Rumanía. En tres días esperan Noruega y Suecia, últimos exámenes.

Noruega, que tres días después visita a Rumanía, necesita al menos un empate para pelear por la segunda plaza. A falta de cuatro partidos, el equipo de Lars Lagerbäck es cuarto con 9 puntos, uno menos que los rumanos y dos que Suecia. Si bien, no pierde en casa desde septiembre de 2016: 8 triunfos y 4 empates. - Efe