SE puede decir que hemos hecho una jugada maestra. Lo hemos planificado de antemano. En el autobús nos habían planteado que era una buena oportunidad para ganar con Gino Mäder porque sabemos que se desenvuelve muy bien en fugas de etapas de montaña. Ya lo demostró en la París-Niza. Teníamos confianza en él. Era el hombre designado para la fuga. Sabíamos dónde se podría hacer la escapada y hemos dado en la diana. El otro factor era que alguien del equipo le acompañara y el elegido era Mohoric.

En ese aspecto, todo nos ha salido perfecto. Mohoric es alguien que puede tirar durante toda una etapa con el viento de cara. Es un corredorazo, de esos que quiere todo el pelotón. Es un ciclista polivalente y de mucha calidad. Ha demostrado lo que vale. Él ha creado la fuga y ha sido el que más ha tirado de los fugados. Además ha podido mantener el pulso con el pelotón. Ese trabajo ha hecho posible que Gino llegara hasta donde ha llegado. Mollema tenía piernas pero no ha podido con él porque ha llegado más cansado. Ese desgaste extra creo que ha impedido que ganara. Gino ha cogido su ritmo y ha aguantado hasta el final. Después del disgusto de la quinta etapa, qué mejor premio que este y dedicárselo a Mikel Estoy encantado de formar parte de este equipo. Da gusto ver cómo salen las cosas y cómo nos involucramos todos. Cuando hay este ambiente y estas ganas de trabajar las cosas suelen salir.En lo personal, un día de perros.He sufrido lo indecible.

Ya en la bajada larga antes de San Giacomo iba tiritando. Tenía muchas dificultades para controlar la bicicleta. Ese frío que me ha entrado en el cuerpo y no he podido sacarlo, me ha debilitado mucho. Iba agarrotado en la última subida. Forzando la musculatura a tope. No he podido aguantar con los mejores. He perdido un minuto valioso de tiempo y me hace replantearme los objetivos. De todas formas, lo importante es la victoria para el Bahrain.