Con suspense, pero Julian Alaphilippe estrenó finalmente con éxito el maillot arcoíris de campeón del Mundo con una victoria en la Flecha Brabanzona, disputada entre Lovaina y Overijse, con un recorrido de 197 kilómetros. El francés venció con intriga ante Van der Poel y Cosnefroy y a punto estuvo de repetir la escena de la Lieja-Bastón-Lieja, cuando Primoz Roglic le borró la sonrisa del rostro después de que Alaphilippe festejara la victoria que no consiguió. Esa foto le acompañará para la posteridad.

Van der Poel estuvo a punto de robarle el triunfo. Alaphilippe posó con descaro creyéndose ganador con facilidad y repitió la grandilocuente escenografía. A Alaphilippe, tremendo corredor, le pierden detalles de este tipo.

A Van der Poel no le alcanzó para remontar y el francés logró la victoria pero incurrió en el mismo error. Le cuesta aprender al galo. Por su parte, el santurtziarra Omar Fraile completó una gran actuación y estuvo en el grupo de los mejores en los momentos en los que se resolvía la clásica. Sin embargo, el vizcaino no pudo con el acelerón definitivo.