El Teknei Zornotza consiguió ayer miércoles una plaza para la Copa de la LEB Plata. Los zornotzarras certificaron su clasificación de una manera poco habitual, pero que va en consonancia con la época que se está viviendo en la sociedad. Con la segunda vuelta ya bien avanzada, el primer puesto del grupo Oeste no estaba definido aún debido a que tenía que jugarse el partido aplazado desde diciembre entre el Enrique Soler de Melilla y el Grupo Alega Cantabria, el otro candidato para obtener un billete para el torneo. Las matemáticas eran claras. Si los cántabros ganaban estarían en la Copa, y si no, ese lugar sería para los vizcainos. El conjunto de Melilla dio la sorpresa y logró un triunfo que clasificó al Teknei Zornotza. La final será el fin de semana del 12 y el 13 de marzo en Larrea.

Los jugadores zornotzarras decidieron ver todos juntos el encuentro entre el Grupo Alega Cantabria y el Enrique Soler. Fueron minutos de esperanza, de empezar a creer cuando los locales rompieron el partido, de sufrimiento al ver cómo el tiempo iba más lento de lo deseado y de una enorme alegría cuando sonó la bocina final. Fue una victoria celebrada de igual manera o más aún que una propia. Un premio que llegó con meses de retraso, pero que da especial valor a la grandísima primera vuelta celebrada por el Teknei Zornotza, que firma el regreso de un equipo vizcaino a esta competición, el último representante de Bizkaia fue el Bilbao Basket hace veinte años.

Organizar la final

Este logro no debe hacer que el conjunto de Mikel Garitaonandia pierda la concentración. La LEB Plata no para y el Teknei Zornotza debe recuperar su mejor estado para luchar por afianzarse en la parte alta de la tabla. Asimismo, ahora empieza una nueva labor para la directiva zornotzarra, que tendrá que comenzar a organizar la final de la competición en Larrea, que apunta a llenarse hasta la bandera en una fecha que será histórica para la entidad de Amorebieta.