Un codazo de LeBron James a Isaiah Stewart en el tercer cuarto del duelo entre Los Angeles Lakers y los Detroit Pistons de la madrugada del lunes desencadenó una enorme bronca que estuvo cerca de acabar en pelea multitudinaria entre los componentes de ambos equipos. En la lucha por el rebote en un tiro libre, James golpeó al pívot del equipo rival, acto seguido le pidió disculpas, pero Stewart, con sangre en el rostro y una brecha en la ceja, se encaró con él. Jugadores de ambos equipos acudieron a la bronca y en vez de apaciguarse el asunto fue a más. El pívot de Detroit tuvo que ser sujetado por compañeros, técnicos, árbitros y personal de seguridad y tras parecer ya calmado hasta en dos ocasiones intentó arremeter a la carrera contra los jugadores angelinos. Finalmente, tuvo que ser sujetado por cuatro personas para poder llevárselo a vestuarios. James fue expulsado por el codazo, pero pese a su ausencia el conjunto californiano fue capaz de darle la vuelta al marcador y acabó llevándose la victoria por 116-121 gracias al gran último cuarto de Anthony Davis y Russell Westbrook.