L grupo. El colectivo. El equipo en cualquiera de las acepciones de la palabra que lleven consigo la unión de piezas para conseguir un bien común. Se cuestione a quien se cuestione por la clave que permitió al Bilbao Basket lograr el ascenso a la Liga Endesa el pasado curso -ayer se cumplió un año- haciendo así que su paso por la traicionera LEB Oro solo durase un ejercicio, todos coinciden en apuntar hacia el grupo que Álex Mumbrú consiguió ensamblar, poniendo todas las individualidades a su disposición a actuar como una orquesta, sin solistas que se saliesen del guion en busca de focos y ovaciones para sí mismos. El libro de estilo del por aquel entonces debutante técnico catalán contó desde sus primeros renglones con esa premisa innegociable, lo que le permitió construir a fuego lento una plantilla en la que todos los jugadores se sintieran protagonistas. Ni a él le tembló el pulso a la hora de dar responsabilidad a jugadores más secundarios en momentos calientes del curso, ni a estos les pesó la responsabilidad a la hora de dar un paso al frente porque estaban preparados para ello. Este modus operandi no sirvió para ascender por la vía rápida, pero sí para desenvolverse con acierto en una cita tan taquicárdica como la Final Four que devolvió al club a la élite.

Evidentemente, tras la conquista del ascenso no todos los hombres de negro pudieron saborear el premio de jugar en la ACB. El club apostó por cinco de ellos -Ben Lammers, Jaylon Brown, Thomas Schreiner, Iván Cruz y Tomeu Rigo-, Javi Salgado colgó las botas para convertirse en entrenador ayudante y los otros jugadores tuvieron que hacer las maletas para encontrar nuevos destinos. Leonardo Demetrio regresó a su país, Brasil, pese a que el club intentó en primera instancia mantenerle en nómina y el resto de componentes de la rotación principal encontraron acomodo en la propia LEB Oro. Sus temporadas también se han visto interrumpidas por la pandemia del covid-19, pero han tenido un denominador común: han gozado de mayor protagonismo y lucimiento individual.

El propio Demetrio ha sido una de las piezas clave del rendimiento del Flamengo, que marchaba líder en Brasil con el ala-pívot promediando 10,4 puntos (magnífico 63,1% en tiros de dos) en más de 19 minutos de presencia en cancha, guarismos ambos superiores a los que firmó en Bilbao. Entre los que continúan en la categoría de plata del baloncesto estatal, Kevin Larsen es el que más ha disparado sus números. El pívot danés ha vuelto a demostrar que su juego se adapta perfectamente a le LEB Oro y, en las filas del potente Palencia, ha promediado 14,2 puntos y 6,3 rebotes en 24 minutos (8,5 y 4,6 como hombre de negro). Además, ha sido el segundo jugador con mejor valoración de la liga (19,5) solo por detrás de Bamba Fall. También Osvaldas Matulionis ha demostrado ser un jugador sobradamente capacitado para brillar en esta categoría. Ahora en el Melilla, el alero lituano, un jugador muy valorado por Mumbrú, ha crecido en la faceta ofensiva (11,3 puntos de media con un gran 41,3% en triples por los 6,9 en Bilbao) y ha sido el sexto jugador de la LEB Oro con mayor presencia en cancha, rondando los 30 minutos por cita. Por su parte, Edu Martínez, que recaló en el Ourense, ha dejado atrás los problemas en el triple, su gran especialidad, que frustraron su temporada en el Bilbao Basket (30,8% de acierto) y ha recuperado parte de su fiabilidad pasando a promediar 8,2 puntos con un 36,1% desde la distancia de tres puntos más acorde a su currículum. Además, Rafa Huertas, que en el tramo final del pasado curso perdió protagonismo en favor de Rigo pero acabó siendo vital en la semifinal ante el Melilla, ha aportado su veteranía y gran conocimiento de la categoría en el Almansa, donde se ha centrado en labores de retaguardia en sus 19,5 minutos de media en cancha.

Entre los menos habituales en el curso del ascenso, Unai Mendikote sigue creciendo en el Zamora de LEB Plata (8 puntos y 3,3 rebotes), Justas Sinica, que solo pudo jugar cuatro partidos en Bilbao antes de lesionarse, ha lucido en el Orchies de la tercera división gala, el espigado Dani Martín ha tenido minutos en el CB Cazorla de EBA, Jon Aldekoa ha jugado poco en el Zornotza y Miguel Ruiz sigue en el equipo junior del Bilbao Basket.

Polémica. El entrenador de los San Antonio Spurs, Gregg Popovich, se convirtió en el último profesional de la NBA que hizo público su sentir por la crisis surgida tras la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano, a manos de la policía de Minneapolis, y acusó al presidente Donald Trump de carecer de "liderazgo", ser un "idiota trastornado", un "tonto" y un "destructor". Popovich criticó en The Nation que "si Trump tuviera un cerebro, incluso si fuera 99% cínico, saldría y diría algo para unir a las personas. Pero a él no le importa unir. Así de trastornado está. Se trata de él. Se trata de lo que le beneficia personalmente. Nunca se trata del bien mayor".

Kevin Larsen ha confirmado en Palencia su gran capacidad ofensiva y se ha convertido en el segundo jugador con mejor valoración de la LEB Oro

Leo Demetrio (Flamengo), Edu Martínez (Ourense), Rafa Huertas (Almansa) y Osvaldas Matulionis (Melilla) han mejorado sus números