Asier García, una de las figuras de la selección de baloncesto en silla de ruedas que logró el billete para los Juegos Paralímpicos de Tokio, señaló tras conocer el aplazamiento de la cita japonesa que a partir de ahora "tocará volver a hacer méritos" para ser uno de los elegidos el próximo año.

"El equipo mantendrá la plaza, pero a nivel individual no tengo nada. Había sido un gran año y creo que tenía muchísimas opciones de mantener la confianza del seleccionador, pero tendré que luchar un año más por esa plaza entre los doce elegidos", se resignó el bilbaino en declaraciones difundidas por la Fundación Basque Team.

El capitán del Bidaideak Bilbao BSR admitió que este aplazamiento "es un fastidio" y confiesa que "hasta hace pocas fechas pensaba que era viable" que se pudieran disputar los Juegos en las fechas previstas en base a las noticias que llegaban desde Japón.

"Pero han pasado unos días y la situación mundial ha ido empeorando. Lo más lógico para poder disfrutar todos de unos Juegos era aplazarlos. Habrá que ir asimilándolo y cambiar los programas de entrenamiento", comenta.

A nivel personal, Asier García apunta que "poco a poco" va "acostumbrando el cuerpo y la mente a estar en casa", aunque admitió que al principio era "bastante complicado no poder salir a hacer nada" y, sobre todo, perder la rutina de entrenar junto a sus compañeros.

"El equipo nos ha mandado unas tablas para hacer en casa, pero el material que tenemos no es el adecuado y hacemos ejercicios de mantenimiento. No es a lo que estamos acostumbrados y el cuerpo lo nota", explica.

El jugador vizcaino confiesa que el cuidado junto a su pareja de sus dos hijas ha "hecho que poco a poco" se vayan "habituando". "Le estoy dedicando mucho tiempo a las pequeñas y hay que ver el lado positivo. Tanto mi mujer como yo estamos pasando mucho tiempo con ellas y eso que nos llevamos", se felicita.