HACE quince años, Javi Salgado preparaba en La Casilla el debut del Bilbao Basket en la ACB. Iba a ser el estreno del club en la máxima categoría, un anhelo largamente perseguido por la ciudad y los aficionados y un sueño para quien entonces era un base desconocido en la élite. El rival era el Baskonia, lo que añadía morbo e interés a ese primer partido. Esta semana el de Santutxu ha estado preparando el partido de regreso del Bilbao Basket a la Liga Endesa, pero ahora como miembro del cuerpo técnico de Álex Mumbrú. Y tres lustros después, el azar ha provocado que su primer rival a analizar sea el Iberostar Tenerife de Txus Vidorreta, el técnico que entonces estaba en el puesto de mando de la ilusión “desbordada en toda Bizkaia porque era la primera vez y todo ocurrió muy rápido”. Hoy el Bilbao Basket regresa a la ACB con una plantilla también cargada de incógnitas y con un entrenador debutante en la categoría. Salgado cree que “la manera en que acabó la pasada temporada ha hecho que esa ilusión se haya renovado”. Tenerife marcará el inicio de otra etapa suya y del club “y ahora tenemos el reto de competir al máximo y ser un equipo duro en una liga que va a ser muy exigente”.

El calendario ha querido que los duelos entre bilbainos y tinerfeños sean “el primero y el último de la temporada”. Javi Salgado disputó 462 partidos como jugador en la ACB, Txus Vidorreta va camino de los 500 como entrenador, que podría cumplir esta misma temporada: “Él es ya un entrenador consagrado, con mucha experiencia y ahora, además, tiene un equipazo”. Ambos compartieron once años de sus carreras deportivas desde aquel primero en la LEB Plata, coincidieron en Bilbao y el Estudiantes, y hoy, vestidos de traje y corbata, se saludarán en una imagen que será rara, muy rara. Y es que aún resulta complicado dirigirse al de Santutxu como entrenador, verle en la banda con una pizarra en la mano y un silbato al cuello y no dentro de la cancha con un balón dirigiendo a su equipo.

Javi Salgado reconoce que su forma de ver el baloncesto está influida por Vidorreta, “aunque he tratado de absorber cosas de todos los entrenadores que he tenido. Pero esa riqueza táctica de Txus, su capacidad para preparar los partidos y adaptarse a los rivales de una semana a otra es lo que le diferencia”. Podría decirse que el Iberostar Tenerife no debería tener secretos para Javi Salgado, pero las cosas han cambiado mucho en esta ACB a la que vuelve el Bilbao Basket y también Txus Vidorreta ha ido añadiendo matices a su filosofía de juego. “Siempre se mejora. En estos quince años el juego ha evolucionado hacia una mayor calidad física en todos los equipos, algunos incluso tiene quince fichas para poder rotar y competir sin bajar el nivel. Y también hay más calidad individual a nivel global, claro. Ahora hay americanos que no son determinantes en ataque como lo eran hace quince o veinte años”, reflexiona el entrenador ayudante del Bilbao Basket.

aprender y mejorar Toca acostumbrarse, hacer rápido ese cambio mental. Porque hace años que Salgado decidió enfocar la segunda parte de su carrera deportiva hacia los banquillos y asegura que “sería un sueño” llegar a donde están ahora Txus Vidorreta o Álex Mumbrú. Hoy es el primer día de esa nueva vida, aunque el de Santutxu lleva ya unas cuantas semanas “echando muchas horas en los entrenamientos y fuera de ellos en la oficina”. Nada que no esperara cuando su carrera como entrenador “acaba de empezar y lo que me toca es aprender, mejorar y ayudar”. Tiene claro que debe empaparse “de todo lo que supone ser primer entrenador: cómo se prepara una semana, un mes, una temporada, cómo se prepara un partido. Es lo que estoy intentando hacer con Álex y con Lolo”.

Seguramente, ya lo sabía, pero Javi Salgado ha constatado que “para ser primer entrenador no vale con saber de baloncesto. Hay que lidiar con muchas cosas que influyen alrededor del equipo y del club y con un grupo de jugadores diversos y con sus cuestiones particulares. Ahora estoy en el otro lado y veo que es complicado de gestionar”. También la manera de ver el baloncesto como jugador o como entrenador no tiene nada que ver. “Cuando juegas te lo dan todo mascado, cumples tus horas de entrenamiento y te vas para casa. Tu única obligación es cuidarte. Ahora a mí me toca hacer esa reflexión, ese análisis de los partidos para transmitirlo al primer entrenador y a los jugadores”, añade.

Álex Mumbrú quiso contar con Javi Salgado a su lado ya que su visión de exjugador podía ser de gran ayuda. Pero para aportar la necesaria experiencia en la Liga Endesa, el conocimiento de los entrenadores rivales, que al fin y al cabo casi siempre son los mismos, se incorporó Lolo Encinas. Mumbrú tiene la última palabra, pero en el reparto de tareas a Salgado le corresponde “pensar en nuestro ataque y en cómo podemos hacer daño y generar ventajas a la defensa con nuestros sistemas: en el pick and roll, en el poste bajo... Y Lolo, al revés. Se ocupa de ver cómo con nuestra defensa podemos parar el ataque rival”.

Porque, como se aprecia en esta página, la labor técnica no es cosa de uno. Se dice, con razón, que el baloncesto es de los jugadores, pero los entrenadores también tienen mucha importancia en el proceso de construir un equipo ganador. Hace quince años Javi Salgado debutaba en la ACB con un papel principal en un equipo que crecía poco a poco. Ahora está en un segundo plano, pero su figura sigue siendo respetada porque quienes hasta poco eran sus compañeros. Y también por el público, que el domingo le rendirá un homenaje en Miribilla. Será entonces cuando Salgado pueda abrir un nuevo capítulo de su historia en el Bilbao Basket.