EL Bilbao Basket ya sabe cuál será su rival en un play-off de la LEB Oro que esta temporada ha sido muy caro: el Chocolates Trapa Palencia, quizás el que menos se esperaba encontrar en la última jornada de la liga regular. Hace un año, el noveno clasificado solo necesitó quince victorias para pelear por el ascenso y ahora han hecho falta diecinueve, lo que habla de que el nivel en la competición ha subido. Solo cuatro de los ocho equipos han repetido presencia entre los ocho primeros respecto al curso anterior. Uno de ellos es el conjunto castellano, un clásico ya de la competición que acaba de festejar los diez años desde su ascenso desde la LEB Plata y que llega a la eliminatoria tras conseguir un triunfo más que la pasada campaña, en la que disputó la primera eliminatoria del play-off ante el Oviedo y avanzó en el quinto partido a semifinales, donde cedió ante el Manresa en tres encuentros.

El conjunto palentino, que tiene en su palmarés un ascenso a la Liga Endesa que no pudo concretar por razones económicas, partía con altas aspiraciones, apoyado en su remodelado y ampliado pabellón, pero la temporada se le ha ido torciendo y tendrá que enfrentarse ahora al Bilbao Basket, el rival que nadie quería porque todos lo consideran el gran favorito al ascenso. El Palencia cambió de entrenador después de enlazar una racha de seis derrotas consecutivas, pero de la mano de Carles Marco las cosas no han mejorado demasiado y el balance con el técnico catalán es de ocho victorias y seis derrotas, las dos últimas consecutivas ante el Melilla y el Granada cuando se jugaban mejorar su posición e, incluso, alcanzar el factor cancha a favor.

Los castellanos se impusieron al Bilbao Basket en la primera vuelta en un partido que supuso un punto de inflexión para los hombres de negro y mostró a un Palencia poderoso aún con Alejandro Martínez en su banquillo. Las cosas cambiaron a partir de ahí y el equipo palentino se quedó fuera de la Copa primero y después fue perdiendo fuelle hasta llegar al partido de Miribilla en el que cayó por 29 puntos (88-59). Pero bien haría el Bilbao Basket en no fiarse de ese precedente ni del hecho de llegar aparentemente mejor a esta parte de la temporada porque el Palencia tiene experiencia sobrada y una afición que aprieta mucho y puede complicarle la vida en una eliminatoria que tendrá sus dos primeros partidos los próximos viernes y domingo en Miribilla.

El ganador de la eliminatoria entre el Bilbao Basket y el Palencia se enfrentaría en la Final Four al ganador del duelo entre el Melilla y el Carramimbre Valladolid. Los pucelanos ganaron en la última jornada al Huesca y ascendieron a la sexta plaza con cinco triunfos más que la temporada pasada. Los norteafricanos se han sobrepuesto a las lesiones, la última del lituano Zyle le dejará fuera del play-off, y han logrado la última plaza que otorgaba el factor cancha a favor en su duelo directos con el Ourense.

Las otras dos eliminatorias del play-off serán el Palma-Granada y el Oviedo-Ourense. De este cuarteto el más poderoso parece el conjunto balear, que ha ganado catorce partidos en la segunda vuelta, los ocho últimos de forma consecutiva, y ha logrado en total nueve victorias más que el curso anterior. Los andaluces, por su parte, tendrán el premio a unas sobresalientes prestaciones en su condición de recién ascendidos. Los asturianos se han hecho ya habituales en el play-off y han repetido el cuarto puesto de la pasada temporada con el mismo balance. Por último, los gallegos, con el bilbaino Gonzalo García de Vitoria en el banquillo, han sido otra de las revelaciones ya que han sumado siete triunfos más que hace un año.

desciende el prat Por abajo, se cumplió la lógica y el CB Prat, el vinculado del Joventut, se quedó con la tercera plaza de descenso que se ha estrenado esta temporada. Salvo sorpresa, la LEB Oro se quedará sin equipos filiales o vinculados después de varias temporadas. El Cáceres, que por momentos llegó a verlo muy mal, ha ganado cuatro de sus seis últimos partidos y se ha librado en la última jornada con un triunfo ante el Canoe que dejaba sin efecto el resultado del Prat.