"Una pequeña pausa para volver a tope". Así hacía referencia ayer martes en Twitter Rafa Luz al parte médico difundido por el Surne Bilbao Basket, acontecida el pasado sábado en la visita al Valencia Basket. El director de juego brasileño de los hombres de negro sufre "una condropatía femoro tibial medial y sinovitis de la rodilla izquierda", lo que en principio descarta un percance grave, algo que se temía en el seno de la entidad de Miribilla. Desde el club no se aporta un periodo aproximado de baja -quedan pendientes consultas complementarias-, pero este podría ser de unas tres semanas. Si se cumple esa previsión, el jugador, favorecido por la ausencia de partidos esta semana como consecuencia de las ventanas FIBA, podría estar disponible para la visita al Bitci Baskonia del día 11 de diciembre y solo se perdería el importante compromiso en el Bilbao Arena contra el Río Breogán. "Poniendo todo lo que puedo para poder volver cuanto antes. A trabajar para volver bien y pronto", expresó horas después en la misma red social.

Luz se lesionó en el segundo cuarto del encuentro en Valencia, saldado con una derrota por 100-84 después de que los de Álex Mumbrú llegaran a dominar por 21 puntos. Tras robar él mismo un balón y finalizar el contraataque con un mate que colocaba el 30-46 a siete minutos del descanso, Joan Peñarroya paró el duelo con un tiempo muerto. Al brasileño no se le observaron gestos de dolor mientras se dirigía al banquillo, pero al reanudarse la contienda Ludde Hakanson ocupó su lugar en la cancha y ya no volvió a salir. El Surne Bilbao Basket echó mucho de menos su templanza y experiencia a la hora de dirigir las acciones de ataque durante toda la segunda mitad, pues el Valencia Basket adelantó líneas defensivas, presionó mucho a los encargados de distribuir el juego y su compañero de posición, Jonathan Rousselle, no tuvo el aplomo ni el acierto necesarios en esas circunstancias. Luz ni siquiera pudo llegar a los ocho minutos de acción (cinco puntos sin fallos en el lanzamiento y dos balones robados) y su ausencia fue demasiada losa para una escuadra con un fondo de armario ya mermado.La preocupación por el percance sufrido por Luz era lógica, pues el jugador brasileño ya fue víctima en mayo de 2017 de una lesión grave en su rodilla izquierda cuando militaba en el Baskonia, al romperse en un entrenamiento el ligamento cruzado anterior. Se perdió el tramo final de esa temporada y en la siguiente apenas pudo jugar los once duelos finales con el Franca de su país, antes de regresar a la Liga Endesa de la mano del Morabanc Andorra en la temporada 2018-19.

Rafa Luz desembarcó en el Surne Bilbao Basket el pasado verano para ejercer el papel de director de juego experto, seguro y con buen desempeño defensivo que Mumbrú echó de menos el ejercicio anterior y ha logrado convertirse en una pieza importante para los hombres de negro, de esas cuya aportación va mucho más allá de lo que dicen las estadísticas (4,8 puntos y 2,5 asistencias en 18,25 minutos de presencia en cancha). Jugador de los que conecta a la perfección con la afición por su entrega y constante actividad en cancha, la baja del brasileño, en el caso de que finalmente se pierda algún encuentro, hará que Hakanson comparta puesto de base con Rousselle, dejando la plaza de escolta para el ya recuperado Tomeu Rigo y el jugador que la dirección deportiva bilbaina consiga fichar en un plazo corto de tiempo para suplir al lesionado Andrew Goudelock.