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El partido entre la Real Sociedad y el Manchester United se jugará en Turín

Las restricciones de viaje por la 'cepa británica' mediatiza la vuelta de las competiciones europeas y muchos partidos se jugarán en sitios neutrales

El partido entre la Real Sociedad y el Manchester United se jugará en TurínAfp

La variante británica del covid-19 ha alterado sobremanera el regreso de las competiciones europeas de clubes, que retoman el pulso la próxima semana. El Gobierno español, por ejemplo, ha cancelado la llegada a sus aeropuertos de los vuelos procedentes del Reino Unido hasta el 16 de febrero. La Real Sociedad debe jugar dos días después ante el Manchester United el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Europa League. Y ante la incertidumbre creada, el club donostiarra ha cerrado un acuerdo con la Juventus y con la UEFA para que el encuentro se juegue en el Allianz Stadium de Turín, aunque a expensas de lo que decidan las autoridades italianas.

Otro partido de Europa League, que debe enfrentar al Molde noruego y el Hoffenheim alemán, se disputará finalmente en el estadio de La Cerámica de Vila-Real el mismo día, el 18 de febrero, informa la UEFA. El desvío, en este caso, es consecuencia de la normativa de entrada a Noruega, que a su vez prohíbe los vuelos procedentes de Alemania.

Para el partido de vuelta no hay problema (de momento) y se jugará en el Rhein-Neckar-Arena, el estadio del Hoffenheim, el 25 de febrero.

El Puskas Aréna de Budapest se ha convertido en la solución para otros dos partidos entre alemanes e ingleses. Desde finales de enero está vetado el ingreso en Alemania de viajeros de Reino Unido, Sudáfrica, Brasil, Portugal e Irlanda por el temor a la propagación de las variantes del covid-19 que han surgido en esos lugares. Pero resulta que el 16 de febrero está programado el Leipzig-Liverpool y el día 24 el Borussia Mönchengladbach-Manchester City, ambos encuentros correspondientes a los octavos de final de la Liga de Campeones.

de Budapest a Lisboa recelando

La Federación Húngara de Fútbol, como también ha hecho la española con el Molde-Hoffenheim, ofreció su apoyo y el Puskas Arena de Budapest, detalle que los clubes afectados y la UEFA han aceptado encantados.

No tanto uno de los socios del Gobierno alemán, el Partido Socialdemócrata (SPD), quien considera que el fútbol vive "ajeno a la realidad" que impone la pandemia. Algo así como que el circo continúe pese al accidente mortal del trapecista.

Lars Klingbeil, secretario general del SPD, consideró ayer a modo de crítica que "sería una buena señal que se decidiera posponerlo o no celebrarlo (se refería en concreto al Leipzig-Liverpool). La competición no es lo prioritario ahora", dijo.

Estos partidos, de momento, tienen sede para su desarrollo a partir de la próxima semana, pero no está nada claro qué puede pasar con el Benfica-Arsenal de Europa League, fijado para el jueves 18. Portugal es uno de los países más castigados por el covid-19 y el Gobierno británico no permite los vuelos desde el Reino Unido al país luso desde el 15 de enero. El Benfica, sin embargo, ha comunicado a la UEFA que no quiere jugar en un estadio neutral, con lo cual el máximo organismo europeo tendrá que tomar una decisión al respecto sin más dilación. Y algo parecido sucede con el Oporto-Juventus de Champions, ya que el club turinés también ha mostrado sus recelos de jugar en el estadio do Dragão.

El Atlético de Madrid, por su parte, que se mide al Chelsea, está a la espera de acontecimientos. Jugará en Londres el 17 de marzo el partido de vuelta. Y para entonces...