Las lesiones, siempre inoportunas y desagradables, se están uniendo a los desquiciantes cambios en el calendario para meter el dedo en la llaga del áspero arranque de temporada del Bilbao Basket. El equipo vizcaino no acaba de estar fino y las circunstancias tampoco le ayudan en la siempre complicada labor de cohesionar un nuevo grupo humano. Tras dar la cara hasta el último segundo el miércoles ante el Real Madrid, el conjunto de Álex Mumbrú tiene esta noche un nuevo examen de nivel Euroliga con la visita al Baskonia y para afrontarlo no podrá contar ni con Jaroslaw Zyskowski ni con Álex Reyes, los dos jugadores que ocupan la posición de alero en la rotación. El polaco ya fue baja contra los blancos por un esguince en su rodilla izquierda que tampoco le permitirá jugar el martes contra el Brose Bamberg ni previsiblemente ante el UCAM Murcia, mientras que el cacereño acabó la contienda del miércoles con fuertes dolores en el muslo, probablemente por una rotura muscular. Tocará mover a jugadores de posición, sobre todo a Arnoldas Kulboka y Quentin Serron, y buscar otras alternativas, como jugar con los dos bases juntos, para camuflar su ausencia.Mumbrú sigue fiel a su idea de no caer en lamentos y vivir prácticamente al día ante las circunstancias con las que le está tocando lidiar y espera que el renacer del segundo tiempo ante los de Pablo Laso pueda suponer un punto de inflexión para acercarse a las victorias. "Contra el Real Madrid perdimos, pero estuvimos mejor. Creo que cada vez estamos más cerca de lo que queremos ser, pero con estas cosas (las lesiones) todo se complica un poco más. Pero tenemos que seguir creyendo y mejorando como equipo", apuntó, consciente de que la visita al Buesa Arena para hacer frente a un rival que pese a perder el miércoles en casa su duelo continental ante el Asvel presenta en la ACB un notable balance de seis victorias y tres derrotas no es el mejor escenario para mover un casillero de éxitos que por ahora solo contabiliza el logrado ante el Obradoiro. "Es el actual campeón. En casa, donde han ganado al Madrid y perdieron con el Barça en el último segundo, son peligrosos. Será un partido complicado, muy físico, y tendremos que estar al mismo nivel que ellos. Si no lo estás tres o cuatro minutos, te pueden hacer daño. Iremos allí a hacer el tipo de partido que creemos que debemos hacer y a estar preparados para un encuentro de 40 minutos". Eso sí, el derbi sin público "queda algo descafeinado. Sea a favor o en contra, siempre es mejor tenerlo porque te activa y te da chispa".