BILBAO. Los tres escaladores regresaron ayer al campo base tras establecer un depósito en el Campo 3 (a 6.700 metros) y pasar noche en el Campo 2.
Txikon y sus dos compañeros, el pakistaní Ali 'Sadpara' y el italiano Daniele Nardi, han equipado ya la ruta con cuerdas fijas hasta el campo 3, y no prevén equipar más ya que estiman que a partir de ahí no la van a necesitar.
Han pasado 25 días desde que el equipo llegó al campo base, y en este tiempo ha equipado los tramos más técnicos de la ruta Kinshofer, hasta su C3 (6.700m): los 900 metros helados del corredor empinado que va desde los 5.100 metros hasta la base del muro Kinshofer (6.000 m.); el mismo bastión rocoso que hace las veces de puerta para el C2 (6.100 m.), y los siete largos de hielo vivo (unos 25-30 metros) que van desde los 6.500 m. a los 6.700 m. entre el C2 (6.100 m.) y el C3 (6.700 m.).
Con las líneas listas (a tramos, líneas dobles), con la ruta equipada hasta el C3 (6.700 m.), con suficiente material -comida, gas- allí arriba y habiendo pasado varias noches en altura, la cordada se muestra satisfecha con el trabajo realizado y se siente preparada para lanzar el ataque definitivo a la cumbre en cuanto el tiempo se lo permita.
"Si las condiciones no varían, según pudimos observar desde el C3, desde esos 6.700 m. hasta la cima no va a ser necesario equipar", explica Txikon.
Entrarán en juego otros factores a tener en cuenta como el intenso frío y la altura, pero tanto Txikon como Sadpara y Nardi están convencidos de haber llevado a cabo la parte más complicada y laboriosa de la expedición.
"La ruta nos la sabemos de memoria, tenemos memorizado con cuántos metros de cuerda y con qué cuerda contamos en cada tramo. Está más que preparada para el ataque a cumbre. Ahora sólo necesitamos un poco de suerte con el tiempo; que nos dé una oportunidad", ha comentado el alpinista.
De momento, los vientos fuertes de los que hablaban las predicciones ya han llegado. Ahora toca "esperar y cruzar los dedos" para que ni caiga mucha nieve, lo que les obligaría a abrir huella de nuevo hasta el C1, ni la mala racha de tiempo se alargue demasiado.
El Nanga Parbat es uno de los dos únicos 'ochomiles' -el otro es el K2 (8.611 metros)- que jamás se han escalado en invierno. Txikon, con diez "ochomiles" en su haber, ya tuvo que desistir el invierno pasado de lograr su cima cuando le quedaban unas tres horas para la cumbre y este año ha regresado para intentar culminar el reto.