Duración: 43:37 minutos de juego; 7:07 minutos de juego real.
Saques: 5 de Bengoetxea VI (tantos 1, 4, 14, 17 y 22).
Faltas de saque: 1 de Altuna III.
Pelotazos: 183 pelotazos en juego.
Tantos en juego: 9 de Bengoetxea VI y 3 de Altuna III.
Errores: 4 de Bengoetxea VI y 13 de Altuna III.
Marcador: 4-0, 4-1, 6-1, 6-2, 7-2, 7-3, 9-3, 9-4, 12-4, 12-5, 14-5, 14-6, 18-6, 18-7 y 22-7.
Botilleros: Ejercieron de botilleros Asier García (con su primo Oinatz) y Ekaitz Saralegi (con Jokin Altuna).
Incidencias: Partido correspondiente a la liguilla de cuartos de final del grupo 2 del Cuatro y Medio de Primera disputado en el frontón Atano III de Donostia. 1.350 espectadores.
Bilbao - Las previsiones estaban claras desde el principio: Oinatz Bengoetxea amenazaba tormenta, porque, arrebolado y obligado, la cizalla de un inicio chispeante, a todo gas, era, más que un arma, un solución para resolver el puzzle de la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio en el que se había metido él mismo en su descorche. El asedio, porque no había más narices para el pelotari de Asegarce y solo tenía una carta para pasar a semifinales, era de obligado cumplimiento. Y que salga el sol por donde quiera. Vaya sí lo hizo.
En el amanecer, Jokin Altuna quedó ciego, cercenado de salida y varado en las reacciones. Los malditos nervios no le dejaron acercarse al trece, al que le dicen número de la mala suerte, pero peor es el siete, pensará el guipuzcoano. No pasó de allí en un partido incómodo, desnortado, con demasiados fallos por su parte, que allanaron la escarpada cresta al triunfo de Bengoetxea VI. El delantero de Leitza, acometiendo un envite serio, vivo e inteligente, asomó en su mejor versión de las últimas semanas, superando al ciclón que atropelló a Artola en Tolosa. Ave fénix el navarro tras el topetazo contra Aimar Olaizola. Fue listo en el sobrio despliegue y el remate, anunció tambores de guerra en defensa y aprovechó las carencias de un adversario menos correoso de lo habitual. Altuna no tuvo su día después de hacer un Cuatro y Medio para enmarcar.
La contienda del Atano III era una trampa. Y Bengoetxea es un experto en la huida hacia adelante, competitivo hasta la médula. La escapada le hace grande, porque volando a ras del abismo se superó a sí mismo y volvió a repetir el guion del curso pasado contra Olaetxea, al que le pasó lo mismo que a Jokin ayer. Tan cerca. Tan lejos. Y a los dos, por arte de birlibirloque, las semifinales se les derramaron entre los dedos.
Se clasificó Bengoetxea por oficio y buen juego, por ascender en cada instante y por un inicio arrebatado. El primer tanto fue un saque y a Altuna III, nervioso y lívido, dos yerros en el remate consecutivos le metieron el miedo en el cuerpo. El trece era una espada de Damocles, un juez, un número cruel sin alma. A Oinatz, veterano de la trinchera, no hubo ni presión ni sensación que le hiciera mella. En un juego vistoso y serio se echó el encuentro a la espalda. Se puso 6-1 con el amezketarra inactivo y tres remates fallidos en la tajada: unas veces entran y otras, no. Es el sino del artista. El sueño de Altuna III se ha fraguado a un centímetro de chapa y la moneda al aire le salió cruz. La semana pasada fue cara.
Destacado Oinatz e inerme Jokin, no hubo síntomas de revuelta en toda la contienda y el leitzarra no vio peligrar en ningún momento la opción de las semifinales directas, que pasaba por dejar en menos de trece a Jokin. Lo cumplió por la vía rápida y dolorosa. El puntillero de Leitza vuelve a cumplir y está entre los mejores del Cuatro y Medio. A Altuna III, por otro lado, le queda una oportunidad de clasificación: que Artola gane hoy a Aimar Olaizola en Tolosa.