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REAL MADRID: Real Madrid: Casillas; Carvajal, Varane, Pepe, Coentrao (Arbeloa, m. 90); Sergio Ramos, Kroos, Isco (Illarramendi, m. 92); James, Cristiano Ronaldo y Chicharito Hernández (Jesé, m. 90).
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak; Juanfran, Miranda, Godín, Gámez; Arda, Tiago (Giménez, m. 85), Koke, Saúl (Gabi, m. 46); Griezmann (Raúl García, m. 65) y Mandzukic.
Gol: 1-0, m. 88: Chicharito.
Árbitro: Félix Brych (Alemania). Amonestó a Pepe (74) y Arbeloa (92) por el Real Madrid; a Raúl García (74) y Koke (93) por el Atlético de Madrid. Expulsó a los 76 minutos a Arda por una entrada en plancha a Ramos tras haber visto la primera cartulina a los 31 minutos.
Incidencias: Estadio Santiago Bernabéu, unos 83.500 espectadores. Lleno.
madrid - Un gol del mexicano Javier Chicharito Hernández a dos minutos del final metió al Real Madrid en semifinales de Liga de Campeones y derribó el muro del Atlético de Madrid al octavo intento, que sólo cedió en inferioridad numérica por la expulsión del turco Arda Turan.
La reedición de la última final presentó un ambiente de noche grande en el Santiago Bernabéu, uno de esos días en los que el futbolista siente la historia. Revanchas y maldiciones sobre el césped. El dolor rojiblanco de Lisboa ante una tendencia de impotencia madridista ante el rival que más le incomoda. Se presentó un duelo alejado de la belleza pero de una intensidad extrema.
Con rostro de perdedor en el pulso personal de Carlo Ancelotti ante Diego Simeone, el italiano dinamitó el derbi madrileño europeo con un movimiento inesperado. Situó a Sergio Ramos en el centro del campo y no como mediocentro, en una extraña posición caído a banda derecha donde aumentó el músculo, ganó todo por alto pero estuvo incómodo con la pelota, jugando hacia atrás para no perderla. Una innovación el día más importante de la temporada.
El único precedente había acabado con el sevillano expulsado en el Camp Nou. Un error del que se arrepintió Ancelotti pero al que recurrió para dejar definitivamente señalado a Asier Illarramendi, que ya sabe el camino a la puerta de salida del club.
Sabía lo que le esperaba el técnico argentino y su equipo aguantó el tipo de inicio. Sin Marcelo, Bale ni Benzema, al futbolista que más añoraba el Real Madrid era Luka Modric. Faltaba el jugador que traspasa líneas, Ramos no estaba para esa tarea e Isco cayó en la telaraña rojiblanca, desconocido en sus últimos partidos.
Sintió Chicharito que era su día, el que tantos meses llevaba esperando, y fue un guerrero hasta que recogió el mayor premio. A su movilidad y desmarques añadió una lucha extrema por cada balón que le situó entre los mejores de la cita. El Real Madrid jugaba al ritmo de James. Llegaban errores impropios del Atlético de Madrid que le conducían a la duda. Una mala salida de balón de Gámez dejó la pelota muerta para que Cristiano chutase cruzado.
Sin alardes ofensivos el duelo pasó a ser de intercambio de golpes. Una falta de James la respondía Gámez con un disparo que blocaba Iker. Un centro magnífico del colombiano lo remató Chicharito y Juanfran salvó a su equipo. Cristiano lo probaba a balón parado pero se topaba con una pesadilla llamada Oblak.
El portero esloveno se agigantó como en la ida a un minuto del descanso. Salvó uno de esos errores que cuestan eliminatorias, de Saúl en una mala salida de balón, que aprovechaba James para dejar solo a Cristiano en el mano a mano que sacó Oblak a su izquierda.
cambio de guión Nacía la segunda parte con un guión abierto, buscando un desenlace a una batalla futbolística que tuvo como protagonista inesperado al colegiado alemán Félix Brych. Hasta la decisión que marcó la eliminatoria la igualdad marcaba el duelo.
El Atlético de Madrid mostraba una vez más que es el bloque más difícil de derribar, el peor rival posible. Cuando recibió ocasiones apareció Oblak. Isco inventaba su mejor pase de la noche para dejar solo al Chicharito que cruzó en exceso su disparo.
Era cuando el plan de Simeone entraba en acción. Una película ya vista de forma repetida en el Bernabéu. Pero una entrada en plancha de Arda Turan sobre Ramos acabó con el turco en la ducha.
Restaban 14 minutos por jugar que se le hicieron eternos al Atlético de Madrid. Las ocasiones llegarían. Oblak cerró su exhibición sacando otra a Chicharito al minuto 80.
Como en Lisboa, cuando todo llegaba a su fin, llegó el gol del Real Madrid. Cristiano pidió el balón, rompió en velocidad, se asoció con James y regaló el tanto al Chicharito. El fútbol premió al invitado, al jugador que pasó del ostracismo a la titularidad en el día clave.