bilbao. Parece que es la gran olvidada del ciclismo vasco. Contrarreloj por equipos. Solo con escucharlo, el aficionado vasco recuerda las dificultades de Euskaltel-Euskadi en esta disciplina, un lastre a la hora de pensar en los grandes objetivos. ¿Llegan los ciclistas vascos a profesionales demasiado verdes en esta modalidad? ¿Es la asignatura pendiente del pelotón vasco? Por si eso fuera así, hay quien se ha propuesto mover ficha para cambiar las cosas. La Fundación Euskadi ya incluyó el pasado mes una contrarreloj por equipos en el Torneo Lehendakari. Y mañana mismo, dentro de los Dos Días de Álava, vuelve a organizar una carrera de estas características.
El mes pasado, los chicos de César Solaun terminaron cuartos en Laukiz, muy cerca de Cafés Baqué y Naturgas, pero lejos de Caja Rural, quien ganó la crono con autoridad. Ellos serán los favoritos mañana, pero el director del Seguros Bilbao es optimista para la carrera alavesa: "Creo que estamos parejos. Ganar es difícil, pero nos gustaría estar en tiempos con los mejores".
El director bilbaino, a la hora de pensar cuáles son las claves para hacer una buena contrarreloj por equipos, tiene claro cuál es la prioridad: "Que el equipo esté bastante equilibrado". En esta ocasión participarán siete ciclistas y puntuarán los cinco primeros, lo que deja poco margen si algún miembro del equipo sufre una avería a lo largo de los 40 kilómetros del recorrido. Además, el perfil de la carrera obliga al equipo a dosificarse: "Si es plana, van acoplados y el corredor que va más flojo da un relevo más corto y se defiende a rueda. En este caso hay muchos repechos y para hacer una buena crono hay que exprimirse a tope sin que el equipo reviente. Buscar ese equilibrio es la clave. Tienes que llegar a meta con la sensación de haberlo dado todo, pero sin que el equipo se haya deshecho".
La coordinación entre los ciclistas es vital. El director estudia el orden en el que deben correr. "Solemos decidir según la corpulencia y la fuerza", explica Solaun, "a un corredor menos corpulento y con menos potencia, si tiene que dar el relevo a uno que es más potente, le cuesta más. Se mira, más o menos, el orden de los corredores para que cuando den el relevo sea lo más parejo posible". Después, según los tramos que se vayan a afrontar, se realizan "pequeñas improvisaciones a través de los pinganillos".
Otro factor que influye es el material. Para la contrarreloj los ciclistas tienen bicicletas diferentes. "Hay que trabajar con las cabras para que los relevos sean bastante perfectos", afina el director de Seguros Bilbao, "mientras van a rueda deben ir bastante pegados al de delante para aprovechar el rebufo".
En el caso del equipo vizcaino, la mayoría de los corredores disponen de una bici de contrarreloj para entrenar durante todo el año y estar "amoldado" a la montura. Los directores les programan diferentes entrenamientos de series llanas y en las concentraciones trabajan en equipo y afinan las medidas individualmente.
La contrarreloj por equipos es una modalidad que le gusta a Solaun: "Es una especialidad bonita. Que haya dos durante la temporada está bien. Me parecía ilógico que no las hubiera antes en la máxima categoría de formación. Luego, cuando dan el salto a profesionales, no se encuentran con muchas, pero son importantes y hay que hacerlas bien".
De todos modos, Solaun no cree que la crono por equipos sea un déficit del ciclismo vasco. "No creo que sea por cultura", sentencia. "Lo vemos así porque Euskaltel suele realizar un papel discreto en las contrarreloj por equipos. Pero no siempre ha sido así. En mi época en el Euskadi (1994-1997), cuando era un equipo modesto, en La Rioja se hacían cronos por equipos y llegamos a ganar en dos ocasiones. ¡Y eso que estaba la ONCE!". Desde su punto de vista, "depende mucho de los corredores que haya en casa en cada momento. Ha coincidido que las características de los ciclistas de Euskaltel en los últimos años no han sido de rodadores. Han sido más escaladores y eso se nota. Pero si logra una buena generación de rodadores y los mantiene en la plantilla, puede hacer buenas cronos". Tal vez mañana, entre Oion y Labastida, empiecen a fraguarse los especialistas vascos del futuro.