Tras batir el récord de asistencia a sus instalaciones en 2023, el Museo Guggenheim Bilbao inicia el año dispuesto a mantener el interés del público con una programación atractiva. Así, propondrá nueve exposiciones temporales además de una nueva presentación de la colección permanente. Destacan entre las muestras la dedicada al arte pop, que exhibirá obras de la colección propia de autores como Roy Lichtenstein o Claes Oldenburg. Pero al margen de esta exposición, que ocupará las salas de la pinacoteca durante buena parte del año, son reseñables aquellas consagradas a artistas como Giovanni Anselmo, Martha Jungwirth, Yoshitomo Nara o Hilma af Klint, pionera del arte abstracto que se adelantó a Kandinsky y cuya aportación se reconoce con una importante retrospectiva. Mención aparte merece la artista navarra, afincada en Bilbao, June Crespo, cuya obra escultórica de gran tamaño ocupará la sala 105.

La programación aprobada por el patronato en diciembre ha sido presentada este viernes por Juan Ignacio Vidarte, director del Museo Guggenheim, quien ha destacado que se ha compuesto “presidida por los parámetros de calidad, ambición, diversidad y equilibrio que han sido la norma a lo largo de estos años”. En ese sentido, ha subrayado el equilibrio por el que se rige el planteamiento, con artistas de todos los puntos cardinales que se expresan con diferentes medios, desde la pintura hasta la imagen en movimiento. Asimismo, ha indicado que se han regido por criterios paritarios y han buscado la proporción entre los proyectos propios y las colaboraciones con otros museos. “Hemos pretendido que haya un equilibrio entre los diferentes momentos históricos que se reflejan en ella”, ha afirmado sobre otra de las señas de identidad de la pinacoteca.

Como ha recordado Vidarte –quien ha comparecido acompañado por su equipo curatorial formado por Lucía Agirre, Marta Blàvia, Manuel Cirauqui y Lekha Hileman– el museo bilbaino destina la totalidad de la tercera planta del museo y algunos espacios de la primera a ir exponiendo los fondos de su colección que, “afortunadamente”, va creciendo. “Estarán presentes algunas de nuestras más recientes adquisiciones como Sol LeWitt, El Anatsui o Yayoi Kusama”, ha señalado el director, quien ha puntualizado que, después del verano, se realizará una nueva reinstalación de una parte de esta presentación de la colección en la tercera planta. Bajo el título Obras de la Colección del Museo Guggenheim Bilbao, muestran de forma permanente una selección de obras que singularizan momentos clave de la historia del arte posterior a la Segunda Guerra Mundial.

LOS PRIMEROS MESES

Febrero será el mes en el que se inaugurarán muchas de las exposiciones como Signos y objetos: Arte Pop de la Colección Guggenheim, que podrá verse hasta el 15 de septiembre. La muestra reflejará cómo la cultura del consumismo en Estados Unidos influyó en la creación de un nuevo movimiento artístico que lo criticaba. En 1963 el Guggenheim de Nueva York ofreció una exhibición consagrada al arte pop, lo que supuso su validación institucional. Desde entonces, la relación de la pinacoteca con el movimiento fue constante, con exposiciones monográficas dedicadas a Roy Lichtenstein o Claes Oldenburg. En palabras de la comisaria Lekha Hileman, además de piezas históricas, la exposición incluirá una selección de obra nueva a cargo de artistas contemporáneos que exploran el legado del pop y emplean sus formas y vocabularios para criticar y politizar el lenguaje del consumismo. 

Antes de ello, a partir del 9 de febrero, la muestra Giovanni Anselmo. Más allá del horizonte propondrá un recorrido a través de una selección de obras en la que el propio artista italiano participó antes de fallecer el mes pasado de diciembre, por lo que la presentación de su obra en Bilbao va a convertirse en un “sentido homenaje”. De hecho, según la comisaria Marta Blàvia, es la exposición más amplia de Anselmo hasta la fecha, en la que se mostrarán más de 40 obras de este autor, “referente del arte povera” (pobre en italiano, por los materiales humildes empleados) y que luego desarrolló un estilo personal alejado de etiquetas. 

El 1 de marzo se abrirán las puertas a la muestra escultórica June Crespo. Vascular. La artista navarra, afincada en Bilbao, protagonizará hasta el 9 de junio una exposición para la que ha creado específicamente una nueva instalación, montada en la sala 105 del Guggenheim, una de las más grandes del museo. Es ahí donde expondrá, según el comisario Manuel Cirauqui, “todo tipo de procedimientos nuevos e híbridos que han llevado a un nivel inusitado la práctica de esta artista”. A su juicio, Crespo, a la que siguen desde hace tiempo, “representa muy bien una nueva generación de la escultura tanto en el País Vasco como en el Estado español, pero en Europa también se considera una referente”.

RETROSPECTIVAS DE ARTISTAS

La muestra Martha Jungwirth, dedicada a la artista austriaca, podrá verse a partir del 7 de junio. “Sus obras poseen un estilo inconformista y están realizados sobre soportes inesperados como cartón, viejos planos de ciudades, libros de contabilidad o papel de envolver”, ha explicado Hileman sobre los procedimientos de la artista cuyas obras se vieron por primera vez en el Estado en 1966. Desde entonces ha tenido muy poca presencia. Se podrán ver obras hechas desde los años 70 hasta la actualidad por Jungwirth, cuyas coloristas y “poderosas” pinturas y acuarelas, con las que ha creado un lenguaje abstracto propio vinculado al mundo físico, se mueven en la frontera entre el realismo y la abstracción.

El 28 de junio se abrirá una gran retrospectiva, integrada por más de 250 obras, del artista japonés Yoshitomo Nara. “Llevamos trabajando con él desde antes de la pandemia”, ha asegurado la comisaria Lucía Aguirre sobre uno de los creadores nipones más conocidos de su generación y famoso por sus características pinturas de “niñas” entre “adorables, enigmáticas o amenazadoras”. Esta muestra, que se mantendrá hasta el 3 de noviembre, mostrará su trayectoria completa, comenzando por sus primeras obras creadas en Japón en la década de 1980 hasta su fecunda estancia en Alemania a través de pinturas, dibujos, instalaciones y esculturas.

El último trimestre del año estará protagonizado por Hilma af Klint, artista sueca pionera del arte abstracto, que ha sido “descubierta” en los últimos años. A pesar de ser precursora de Kandinsky, su obra fue casi invisible hasta 1968. “No fue reconocida, su trabajo no se entendía”, ha reconocido Lucía Agirre, quien ha destacado que ha sido en las últimas décadas cuando sus pinturas y obras en papel han recibido más atención. A través de una selección de 200 obras, en las que se podrá apreciar sus formas audaces, coloridas y sin ataduras de referencias reconocibles al mundo físico, ocupará toda la segunda planta de la pinacoteca. 

IMAGEN EN MOVIMIENTO

Poco después, a partir del 29 de noviembre, Paul Pfeiffer. Prólogo de la historia del nacimiento de la libertad mostrará tanto las primeras obras como los trabajos más recientes del artista hawaiano residente en Nueva York. La exposición propondrá un recorrido a través de 25 años de trayectoria del artista pionero en la utilización del vídeo, que deconstruye la fascinación y obsesión por la cultura de la fama. “A su juicio, las imágenes tienen gran influencia en la percepción que tenemos del mundo”, ha indicado Blàvia. Constituirá la mayor exposición del artista en Europa.

Asimismo, el más que consolidado programa Film&Video ha favorecido durante la última década que se muestren los trabajos artísticos ligados a la imagen en movimiento de más de 25 autores, según ha recordado Cirauqui. A partir del 22 de febrero llegará su primera propuesta del año, Metahaven: Teoría del caos, con la que el afamado dúo de artistas Vinca Kruk y Daniel van der Velden mostrarán un trabajo que traspasa “fluidamente” las fronteras del arte y del diseño. Posteriormente, a partir del 20 de junio, el autor Anthony McCall, británico residente en Nueva York, mostrará sus figuras de haces de luz, llamadas “luz sólida”, en Split Second.