UN nuevo elenco de actores y actrices está a punto de debutar en el escenario de Pabellón 6. Este espacio de creadores de las artes escénicas ha renovado los integrantes de su Compañía Joven para la próxima temporada. “Hace once años nos juntamos un grupo de actores y actrices, le echamos el ojo a esta nave y nos lanzamos a la aventura”, dice Ramón Barea, reconocido actor bilbaino y uno de los fundadores de Pabellón 6. Cuatro años después, crearon “un sitio de acogida” para todos aquellos jóvenes que necesitaran un “trampolín” en el mundo del teatro.

Este verano, tras unas intensas jornadas de castings, han encontrado a los que integrarán a partir de ahora la Compañía Joven. Sentado en el “banco de pensar” en el exterior de Pabellón 6, Ramón Barea expresa que “no se puede estar más contento con este grupo”.

La Compañía Joven tuvo sus inicios en 2015. Fue un proyecto nacido en el Laboratorio Teatral de Pabellón 6. “No somos una escuela de teatro, pero sí entendemos que entre la formación de y el campo profesional, Pabellón 6 puede tener un papel importante”, asegura Barea. “No queremos una compañía estable, es normal que la gente joven quiera cambiar”, expresa Barea sobre la decisión de contar con nuevos talentos cada año.

Para los responsables de Pabellón 6, la clave está en renovar el elenco, dar oportunidades a futuros actores y crear una red de visibilización para los jóvenes intérpretes de Euskadi. “Se trata de que les sirva de trampolín, no de retenerlos, porque ellos siempre quieren volar y eso está bien”. Insiste Barea en que, a pesar de ser jóvenes, su preparación los antecede. Quienes entran por las puertas de Pabellón 6 para deleitar al público con sus actuaciones han pasado previamente por escuelas, talleres y laboratorios actorales. La Escuela Superior de Arte Dramático y Danza de Euskadi, Dantzerti, juega también un papel importante.

Sin embargo, pese a que Dantzerti, en palabras de Barea ha “modificado el panorama actual”, no se puede olvidar a las escuelas y talleres pequeños “de toda la vida”. “Antes de todo se necesitan ganas de aprender –explica–. Creo que hay una parte de ti que llevas dentro y te dice que debes dedicarte a esto”.

El elenco

En la esencia de este nuevo elenco se percibe lo mismo, además de su evidente juventud, denotan pasión por esta disciplina y ganas de desenvolverse en los escenarios. Barea señala que los procesos para audicionar pueden ser “crueles”, pero que como actor empatiza con ellos. “Hemos tratado de transmitir tranquilidad, al final estoy feliz con la gente que se presentó, la manera en la que fueron seleccionados y el resultado final”.

Y este nuevo elenco, conformado por Ziggy Docherty, Aitzol Villaroz, Luix Mitxelena, Uxue Fuertes, Andrea Mora y Silvia Larrauri no puede estar más de acuerdo.

En el caso de Ziggy, el teatro es de todo menos un arte ajeno: “Siempre digo que no entré al mundo del teatro sino que nací en él”. Cuenta que su madre la llevaba con ella a las audiciones, ensayos y funciones. De pequeña, “hacer teatro era mi manera de jugar”. Sin embargo, con el paso del tiempo “empecé a entender un poco más lo que estaba haciendo y cómo podía vivir las emociones de un personaje que no era yo, pero que partía de mi”.

Después del colegio decidió tomarse un año para “retomar la conexión con el teatro de una forma más profesional”. Dantzerti fue su siguiente parada. Luego, siguió un máster de interpretación audiovisual y posteriormente, Pabellón 6. Después de asistir a numerosas funciones decidió que era el momento para presentarse.

Las audiciones pueden ser difíciles, pero Docherty indica que ella venía a disfrutar y a pasarlo bien, la mejor receta para quitar los nervios. “No sentía esa presión de hacerlo perfecto todo el tiempo, sino que sentía la libertad de hacerlo mal y poder corregirme”. “Quiero leer el texto, ensayar y conocer mejor a mis compañeros” para poder crear ese vínculo que para ella, en el teatro es “indispensable”. Docherty no tiene dudas de que este nuevo elenco va a traer “muchísima ilusión, energía y entrega” al escenario.

Su compañero, el actor de Barakaldo Aitzol Villaroz, de 23 años, muestra la misma necesidad por estar en los escenarios. Según él, así ha sido siempre. “Empecé a actuar en mi clase cuando tenía 5 años, me apasionaban las marionetas”. AItzol dice que esa pasión sigue vigente, pero que ya ha tenido un largo recorrido, a pesar de su corta edad. Comenta que siguió involucrándose en obras en su barrio y que a los 8 años escribió su primera obra. No sabe cómo explicar lo que siente por el teatro, pero lo que sí sabe es que “siempre lo he sentido así”.

Diez años después, llegó a Dantzerti, pero su historia con Pabellón 6 se remonta a unos cuantos años atrás. “Conocí este lugar a mis 15 años, siempre había estado rondando por aquí, era un sitio bastante alternativo”, explica. “Llegué a la conclusión de que estar cerca de la gente que hace teatro y compartir con ellos, ya sea produciendo, haciendo de regidor, pintando decorados o cosiendo trajes, es lo que me gustaría hacer siempre”.

No está fuera de sus planes en un futuro trabajar en el cine o en la televisión, pero en su opinión, lo que hace especial al teatro es lo “primitivo”, ese feedback con el público.

Y, aunque a veces no se sienta completamente seguro de este camino, “cuando estoy saludando, en los ensayos o frente al público, hay una voz dentro de mi que me dice esto es”. Su incorporación a la Compañía Joven marca su primer trabajo profesional y, pese a que aún no sabe mucho del próximo proyecto, cree que será “uno de los más interesantes que ha tenido la compañía hasta ahora”.

Ensayos

Al igual que Ziggy y Aitzol, Luix Mitxelena, otro de los nuevos integrantes de la Compañía Joven, tuvo contacto con el teatro desde pequeño. “Pero era más que todo desde el juego, no a nivel profesional”. El actor de 21 años, natural de Oiartzun, comenta que en su adolescencia se dio cuenta de que quería dedicarse profesionalmente a esta disciplina, aunque algunas veces pensó en decantarse por las ciencias. “El otro día vi que hace años dije que de mayor quería ser payaso, me hizo gracia porque el clown, que es una rama del teatro, me gusta bastante y bueno, supongo que sin saberlo, desde pequeño he querido esto”.

Su formación en Dantzerti es otra cosa más que comparte con sus compañeros, y aunque no ha terminado sus estudios allí, fue su punto de partida para conocer Pabellón 6. “Cuando vine a Bilbao no conocía muchos sitios donde ver y hacer teatro y entonces, me hablaron de este lugar”. Dice que al principio, no se animaba a hacer las audiciones porque “quería centrarme en mi último año de estudios”. Uno de sus amigos le insistió en que se presentara “y bueno, le hice caso y aquí estoy”.

Comparte la idea de que Pabellón 6 es un trampolín. “Tiene su nombre y un público muy fiel, solo el hecho de que te vean significa mucho”, explica. Para Luix el teatro es “lo que quiero hacer toda mi vida” y, al igual que Aitzol, piensa que te da tantas opciones que “nunca podrías jubilarte”.

Al contrario que sus compañeros, el punto de partida de la actriz gasteiztarra de 21 años, Uxue Fuertes, no fue en el escenario actuando, sino bailando. Después de doce años de formación como bailarina profesional, se dio cuenta de que quería dedicarse al teatro. Empezó a prepararse para hacer pruebas en Madrid. “Estuve a nada de que me cogieran”, explica. Sin embargo, después de venir a Bilbao para estudiar Filología Alemana se aventuró a hacer pruebas en Dantzerti. Ahí continúa hasta hoy y a un año para graduarse, decidió hacer audiciones para la Compañía Joven. Descubrió que la habían seleccionado en medio de la carretera, camino a un festival en Asturias. “Desperté a medio bus de la emoción”.

Uxue comenta que Pabellón 6 “es un gran escaparate para mostrarse como actriz” y, como el resto de los actores, no puede esperar a que sea octubre y comenzar con los ensayos.

“Ya se percibe en ellos esa sensación de tribu y de pertenencia, de que esto es un oficio de grupo”, explica Ramón Barea. Se estrenarán con La Divina Comedia en el escenario de Pabellón 6 dentro de unos pocos meses, pero Barea enfatiza en que “es un elenco muy divertido y tremendamente bien elegido; al público le va a encantar”.