BILBAO. Una puerta abierta a la cultura; es la aspiración del futuro Museo Vasco, inmerso en un profundo proceso de renovación, que busca triplicar el número de visitantes cuando finalicen las obras en 2023.

Un total de nueve proyectos, planteados por equipos tanto vascos como estatales e incluso internacionales, se han presentado al concurso para la intervención arquitectónica y museográfica, con la mirada puesta en comenzar las obras en el primer trimestre de 2021. 'Queremos que sea una puerta a la cultura vasca abierta al mundo', destacó la directora de la pinacoteca, Sorkunde Aiarza, en la presentación de la renovación integral, acompañada por el diputado general, Unai Rementeria, y el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto.

Un jurado profesional integrado por arquitectos (entre ellos el exalcalde Ibon Areso), restauradores, museografos e historiadores, decidirán cual es la mejor propuesta para abril. El ganador deberá entregar el proyecto definitivo en el último trimestre de 2020 y las obras, una duración de 18 meses, comenzarán a principios del próximo año. El museo conseguirá más de 6.400 metros cuadrados de superficie museística, lo que representa un incremento del 38% respecto a la actualidad, articulados en torno al claustro y tras la adquisición del adyacente edificio Kurtze.

Contará con áreas propias de un equipamiento avanzado, con espacios dedicados a la gastronomía, depósitos visitables, un centro de conocimiento e incluso zonas de esparcimiento en la azotea.

Más inminente es el comienzo del traslado temporal de las más de 40.000 piezas del museo, que se empezarán a trasladar a un almacén el 1 de marzo.

Todavía se desconoce si tanto las obras en si como este traslado obligará al cierre del museo aunque, según explicó Aiarza, se tratará de mantenerlo abierto en la medida de las posibilidades.