bilbao - Dos clásicos veteranos, cada uno en lo suyo pero ambos en magnífica forma, hicieron anoche retumbar las paredes del BEC de Barakaldo. Primero, El Drogas, que sacó ayer a pasear, en una noche especial, muchos de los himnos que grabó con los inolvidables Barricada. El rockero navarro calentó el ambiente para que La Polla Records arrollara con su punk sin edad, con el carismático Evaristo al frente, en un concierto pasional y nostálgico que volverá a repetirse hoy, con todas las entradas vendidas.

El BEC vivió anoche el ambiente de la grandes ocasiones, esas que, por una causa u otra, exceden del mero concierto y acaban convirtiéndose en un acontecimiento social. Y volverá a repetirse esta noche, porque La Polla Records, en su ya inolvidable gira de reunificación, en su 40º aniversario y tras 16 años separados, se subirá de nuevo hoy al escenario del BEC pasadas las 22.00 horas para ofrecer la última de sus dos únicas paradas vascas, ambas en Barakaldo.

El quinteto de Agurain, siempre con Evaristo Páramos al frente, apareció bien secundado por los pollos Sume a la guitarra y Abel al bajo, con el refuerzo de los Gatillazo Txiki y Tripi, y no dieron tregua desde que arrancaron, a las 22.30 horas, con su mítico Salve, la canción que dio título a su debut de larga duración. En su concierto, en el que tenían previsto ofrecer más de 40 canciones, no faltaron himnos punk de los 80 como Lucky man for you, Nuestra alegre juventud, Los 7 enanitos, Come mierda o Txus, junto a la única canción nueva del grupo, la que da nombre a esta gira de regreso puntual, Ni descanso, ni paz!.

Todas ellas llegaron con un sonido embarullado y la rabia habitual de la banda, y fueron recibidas con pasión y cánticos por un público que agrupó al menos a dos generaciones: los cincuentones supervivientes de los 80 y los más jóvenes, que poblaban las primeras filas situadas frente al escenario. A la hora de cerrar esta edición se esperaban los bises, con pelotazos de punk como Carne pa’ la picadora, Toda la puta vida igual, La justicia u Odio a los partidos. Este periódico publicará la crónica del concierto completo mañana.

Antes, abriendo boca, El Drogas ofreció un repertorio especial, elegido ex profeso para la ocasión, ya que no incluyó canciones de su último trabajo, un disco quíntuple titulado Solo quiero brujas en esta noche sin compañía. El rockero navarro optó por rescatar muchos de los himnos que escribió y cantó con su anterior banda, Barricada. El repertorio, “muy festivalero”, según El Drogas, incluyó clásicos como En la silla eléctrica, En Blanco y negro, Bahía de Pasaia, Barrio conflictivo, Okupación o No hay tregua.