DE una pintura original de Syd Barrett, su primer y alucinógeno líder, a juegos de batería, múltiples guitarras, las portadas de Hipgnosis, los diseños de escenarios de Animals, los inflables de The wall, el traje de bombillas de uno de sus discos y toda su música. Esa es la propuesta de The Pink Floyd Exhibition: their mortal remains, una exposición retrospectiva sobre el mítico y mejor grupo de rock sinfónico de los 60 y 70 que acoge Madrid, en el Espacio 5.1 de Ifema.

El Estado español es el cuarto país elegido para alojar esta retrospectiva sobre Pink Floyd que evidencia el impacto popular de su música, así como su reflejo en el arte y la cultura de nuestro tiempo. Tras el enorme éxito de su debut en el Victoria and Albert Museum de Londres en 2017, que recibió a más de 400.000 visitantes, la exposición se puede visitar ahora en Madrid, en un espacio que ya ha acogido muestras sobre Harry Potter y Bansky.

De visita obligada para los fans del grupo autor de discos como The dark side of the moon, Meddle o Atom heart mother, propone un viaje inmersivo a través del universo de Pink Floyd a través de propuestas audiovisuales con la tecnología más avanzada, objetos, paisajes surrealistas e hitos culturales de nuestra historia reciente. En total, son más de 350 objetos recopilados a lo largo del último medio siglo de actividad de la banda y cuenta con la participación directa sus miembros vivos, especialmente de su batería, Nick Mason.

Audiovisual

Se trata de un viaje audiovisual a través del personalísimo mundo de Pink Floyd planteado en colaboración con Stufish, los históricos diseñadores de escenario de la banda británica. Cada capítulo de la historia de los Floyd está representado por objetos y artefactos, muchos de los cuales se exhiben por primera vez en esta exposición, y acercan al público letras de canciones escritas a mano, instrumentos musicales, cartas, diseños originales y elementos escénicos.

Estructurada de manera cronológica, la muestra, que ofrece artículos rescatados de almacenes, estudios de grabación y las colecciones privadas de sus miembros, arranca trasladando al público a los psicodélicos comienzos del grupo, en 1967, con ejemplos gráficos de sus atmosféricas proyecciones, elaboradas con aceites y luces, así como el equipamiento utilizado por el diseñador de iluminación del grupo durante los 60, Peter Wynne Willson.

Música, arte, diseño, tecnología y actuaciones en directo confluyen en Their mortal remains, que incluye una pintura original de Syd Barrett; el dispositivo Azimuth Co-ordinator que utilizaba el fallecido teclista Richard Wright para balancear el sonido en las actuaciones; muestras de la tecnología utilizada en los 70 aplicadas a la ingeniería de sonido; e instrumentos diversos, como el juego de batería Hokusai Wave o una selección de las guitarras de David Gilmour, como la Fender Custom Telecaster con la que grabó Animals.

Portadas

Además de su discografía oficial, en la exposición se pueden escuchar también las bandas sonoras de películas de arte y ensayo como More, La Vallée y Zabriskie point, y disfrutar con los mundialmente famosos diseños de sus portadas, como la de The dark side..., del estudio Hipgnosis, la imaginería creada en torno a la central eléctrica de Battersea, que aparecía en la cubierta de Animals, o una recreación de los inflables de The wall, así como la vara con la que se azotaba a los niños en la Cambridge and County High School for Boys y su libro de castigos.

La muestra incluye también una reconstrucción del traje de bombillas que vestía un modelo en la portada de Delicate sound of thunder, y las gigantescas cabezas parlantes concebidas por Storm Thorgerson para la portada de The division bell. El viaje culmina con una zona de actuaciones, con una selección de los grandes clásicos del grupo, así como de su última actuación en vivo, en el Live 8.

Las entradas (desde 16 euros adultos, con audioguía) están a la venta en la web www.pinkfloydexhibition.es y a través de StubHub. Permanecerá abierta hasta el 15 de septiembre.