BILBAO. Stay around es el título del disco póstumo del estadounidense JJ Cale, fallecido hace cinco años y un mito para Neil Young, The Band, Beck, Bryan Ferry, Santana y Fito Cabrales, a la par que una de las figuras más desconocidas del mundo del rock del último medio siglo a pesar de ser el autor de Cocaine y After midnight, que llevaron al éxito a Eric Clapton. Su viuda y su mánager se han afanado en rescatar y pulir las canciones del álbum, que se publicó el viernes. “Era feliz al ser un compositor de éxito porque le daba la libertad de tomar decisiones; la fama se la dejaba a otros”, según su viuda, Christine Lakeland Cale.

“La nieve sigue cayendo en invierno”, canta JJ en una de estas canciones nuevas. Imagino que habrá sido un lustro duro para sus seres queridos.

-Sí, se le echa de menos todos los días. Muchos, muchos buenos recuerdos vienen a mi mente cada día.

JJ fue siempre un artista peculiar. Su trabajo es indiscutible e influyó a grandes músicos, de Neil Young a Beck o Eric Clapton, pero siempre tuvo un perfil bajo cara al público, al menos aquí, en Europa. ¿Cómo se explica esa dualidad?

-Estaba muy contento de ser un compositor de éxito porque le daba la libertad de tomar decisiones. Podía trabajar en el estudio de su casa y vivir la vida que quería. A menudo dijo que se quedaría con la fortuna, que otros podrían tener la fama.

El tópico habla de él como alguien ajeno a “las luces” del negocio musical. Y en ‘Lights down low’ parece jactarse de “vivir en un ambiente rural”. ¿Esa canción le representa?

-Muchas de sus letras dan una idea de sus sentimientos.

¿Cómo surge el proyecto del disco? ¿Tenía conocimiento de la existencia de estas canciones o fueron un gozoso descubrimiento?

-Había escuchado algunas de las canciones, pero fue una sorpresa maravillosa cuando encontré una canción en formato de maqueta que no conocía. Quería que la música de Cale fuera recordada y empecé a pensar en lanzar una nueva música suya. Mi deseo era apartar la música nueva e inédita, y luego decidir el siguiente paso.

¿Era muy prolífico, solía dejar apartadas muchas canciones con cada uno de sus discos?

-Dejaba canciones sin publicar y recortes extras de proyectos de álbumes a lo largo de los años. De hecho, Roll on, el tema titular del último álbum de estudio de Cale, tenía 34 años. También disfrutaba trabajando en sus propias grabaciones en casa. Cale escribió y grabó como una actividad regular porque le gustaba hacerlo.

Creo que sobre algunas canciones no tenía usted mucha información, que no sabe si grabó él todos los instrumentos o los compartió con amigos.

-Sí, algunas de estas canciones nuevas aportan muchas notas, incluyendo el micrófono por el que cantó, el equipo externo por el que pasó su voz o su instrumento, y hasta las guitarras que utilizó. Otras grabaciones tienen muy poca información. Puede que no le apeteciera escribir esas cosas cuando simplemente estaba jugando.

En ‘Oh my my’ o ‘If we try’ parece tocar y cantar él solo. Parece el sonido de la maqueta, sin apenas intervenciones posteriores en producción.

-Quería conservar las grabaciones tal y como él las hacía, tanto como pudiera. Y decidí no recargar sus grabaciones. Si aparecía solo él y su guitarra, quise dejarlo así. Al oír estas canciones se siente como si estuvieras sentado junto a él mientras toca y canta.

JJ siempre defendió un sonido orgánico y modesto, alejado de las grandes y caras producciones de los estudios de grabación porque defendía que “puliendo mucho el sonido todo acababa sonando igual”.

-También le gustaba trabajar en estudios más grandes, pero la configuración de su casa era mucho más sencilla. Quería maximizar el factor Cale. Se pueden esterilizar las cosas hasta el punto de extraer el sentimiento humano, pero John dejó mucho de ese sentimiento en su música. Dejó mucho espacio a la interpretación.

El disco ofrece mayoría de tempos medios, entre el blues, el folk y algo de country. Incluso de jazz en ‘Tell daddy’. Es ahí donde él se encontraba más cómodo ¿verdad?

-Así es, pero creo que en todos sus discos acaba mostrando ese estilo particular.

¿Qué cree que hacía tan especial el sonido de su música y su forma de tocar la guitarra, que creó escuela, como se aprecia en los discos de Clapton y Mark Knopfler?

-Creo que la clave era su sentido del ritmo y del fraseo al tocar. Son tan únicos que te alcanzan y te agarran.

Hay muchas canciones de amor en el disco, centradas en mujeres. Y algunas con componente sexual. ¿Se reconoce en ellas o él componía de manera general?

-A veces un escritor escribe desde su experiencia personal; otras, desde la observación de lo que le rodea.

Habría sido un crimen que canciones como ‘Maria’ se hubieran quedado guardadas en un cajón, ¿no?

-¡Me alegra mucho que te guste esta canción!

‘My baby blues’ será especial para usted, que la firmó en los años 70.

-Incluir esa canción fue un poco autoindulgente porque es la única que no está escrita por JJ. Nos conocimos en 1977 y es la primera canción que grabamos. Tenía conocimiento de que también la había grabado en 1980, aunque no la publicó. Y me sorprendió bastante descubrir que había vuelto a la vieja grabación y había añadido guitarras y voces. Al incluirlo en el álbum sentí como si estuviera atando las cosas con un hermoso lazo.

No menos especial será ‘Wish you were here’. Algunos versos podrían ser suyos, ¿verdad?

-Sí, tienes razón. Me gusta mucho la letra de esta canción.

¿Qué espera de este disco? ¿Es el cierre del círculo tras el homenaje de Clapton con Tom Petty y otros músicos o quedan canciones para otro futuro disco?

-Este álbum nos aporta una gran dosis de Cale, con nuevas canciones, más guitarras... Espero que los viejos fans estén contentos y que los nuevos lo escuchen. Hay opciones para el futuro, pero ahora estoy concentrada en este proyecto. Estoy muy contenta de ver que esta música se publica y que se pueda oír.

“Quería que la música de Cale fuera recordada y empecé a pensar en lanzar una nueva música suya”

“Al oír estas canciones se siente como si estuvieras sentado junto a él mientras toca y canta”

“Estaba muy contento de ser un compositor de éxito porque le daba la libertad de tomar decisiones”