FUE una expedicionaria valiente, una mujer atrevida que se coronó como pionera de la abstracción, una artista fundamental de la segunda mitad del siglo XX. Para llegar a ese trono, Lygia Clark (Belo Horizonte, Brasil, 1920?Río de Janeiro, Brasil, 1988) vivió una década en el laboratorio de su imaginación creativa. No por nada, el período comprendido entre 1948 y 1958, fue el tiempo en que experimentó entre la figuración y la abstracción con el fin de articular el poderoso lenguaje visual que definiría las creaciones de su época de madurez, cuando la abstracción ya era inmaculada. El museo Guggenheim ha puesto su mirada en ese puente, en ese tiempo de tránsito. Ayer inauguró la exposición Lygia Clark. La pintura como campo experimental, 1948?1958 con una sucesión de pinturas de las principales series que Clark creó en esta temprana época, brindando un panorama esencial de la primera década de su carrera artística. Toda una apuesta.

A la cita con el mundo mágico (la artista calificó la pintura como un "campo experimental", expresión que utilizó en una conferencia clave que dio en 1956, con la que pretendió redefinir el medio ampliando los límites de la pintura tradicional...) no faltaron el director del museo Guggenheim, Juan Ignacio Vidarte; la comisaria de la exposición, Geaninne Gutiérrez-Guimaraes, el consejero de Cultura, Bingen Zupiria, su mano derecha, el viceconsejero Joxean Muñoz; la diputada de Cultura, Lorea Bilbao: la presidenta de Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; familiares de Lygia como su hijo Álvaro Clark, sus nietas, Alessandra y Lygia Clark Barbosa y la bisnieta Joana Clark; Lenise Queiroz, Randal Pompeo, vicerrector de Extensión de la Universidad de Fortaleza, la viceconsejera Isabel Muela,Vicente Reyes, Maite Lozano, Frida Bolinaga Etxegarai, Frida Martínez, Agustín Ramos, Álvaro Díaz de Lezana, Arturo Trueba, Elier Goñi y un buen número de asistentes en un aforo, eso sí, algo mermado porque el Athletic se jugaba el pase a la final de Copa que al cabo logró a trancas y barrancas.

disfrute Había aire entre los asistentes que disfrutaron de un cortador de jamón y de las bodegas de Herederos de Marqués de Riscal. Entre ellos se encontraban Maite Redondo y Nekane Lauzirika en nombre de DEIA, Igone Ossorio, Alicia Fernández, Sol Panera, María José Gandarias, Felisa Ramos, Mon-tse González; la profesora universitaria Cristina Wojcik, Niko del Val, Juan Carlos Martínez, Alberto Elorriaga, Miren Azkarate, Izaskkun Mendizabal, Aitor Arangure, Izaskun Martin, Idoia Olabarria, Juan Carlos Alonso, Aitor Zaldua, Elier Goñi, Marili Urriola, María Eugenia Pineda, Guadalupe Bidaguren yEduardo Martínez Susaeta y un grupo más de invitados que gozaron de las primeras creaciones de Lygia Clark en una exposición que coincide con el centenario del nacimiento de la artista.

La obra de Lygia Clark se presenta en el museo Guggenheim bajo el título 'La pintura como campo experimental, 1948-1958'