aPLICAN una vigilancia con esmero, plena de conocimientos en corazón, desde hace un cuarto de siglo, moviéndose con habilidad al filo de la navaja. Es por ello que la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios de Santurtzi celebró ayer sus bodas de plata con una jornada organizada bajo el lema 25 años cuidando la vida en la Universidad de Deusto moderada por Begoña Beristain. Se trata, les avanzo, de una entidad especializada en la atención integral a pacientes en el tramo final de su vida, pacientes con graves enfermedades incapacitantes, proporcionando los cuidados médicos y humanos, tanto a pacientes como a familiares y cuidadores, adecuados para mejorar su calidad de vida. El último alivio, vamos.

A la cita no faltaron, claro está, el hermano superior del Hospital San Juan de Dios (HSJD) de Santurtzi, Mariano Bernabé; el superior general de la orden hospitalaria de San Juan de Dios, Jesús Etayo; la consejera de Salud del Gobierno vasco, Nekane Murga; el presidente de la Fundación Benéfica Aguirre, Javier Icaza; Gotzone Sagardui e Iñaki Urkidi, entre otras autoridades. A ellos, sensibilizados con ese trabajo en equilibrio que nos humaniza, les acompañaron Jacinto Bátiz, director del Instituto para Cuidar Mejor de HSJD; el responsable asistencial, Julio Gómez; Inés Becarra, Vanessa Machado, Iñigo Santisteban, Aintzane Urkijo, alcaldesa de Santurtzi; Javier Rocafort, Carlos Centeno, Vicente y Amador Fernández, entre otra mucha gente implicada en esa batalla contra el mal.

Con el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert, como anfitrión de la tarde, en el encuentro con una iniciativa de buen corazón se dieron cita el secretario general del Colegio de Enfermería de Bizkaia, Ignacio González; Manuel Guerro, Álvaro Ortega, director de Docor Comunicación; Nerea Gorostiola, Izaskun Martínez, Alaitz Argüello, Mikel Tellaetxe, Joseba Vidorreta, José Luis Díez y un buen número de gente con sensibilidad.

gente comprometida Al encuentro acudió gente comprometida con la lucha de última hora y con la pelea contra el postrer aliento. Entre ellos se encontraban Ramón Izquierdo, Iñaki Urrutia, Belén Rida, Estíbaliz Montoya, Mercedes Peña, José Ángel Pérez, el hermano José Luis Martín, Elena Santos, Matxalen Aguiló, Ángela Ballesta Barranco, Nerea Oliveros, Iñaki Calzada, Carmen Fernández, Marcelo Curto y otra mucha gente que cree en los cuidados paliativos como un remedio contra el estrangulamiento de las últimas horas. Todos ellos sabían bien que ayudar a las personas con una enfermedad grave a sentirse mejor es un reto maravilloso. Previenen o tratan los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y los tratamientos y tratan problemas emocionales, sociales, prácticos y espirituales que la enfermedad plantea. Mejoran la calidad de vida.